miércoles, 14 de diciembre de 2011

Piden parar importaciones despojos de aves y cerdo


Dicen embutidoras estafan a los consumidores con productos de baja calidad
Avicultores y porcicultores denunciaron violaciones a las normas establecidas sobre la comercialización de carnes y embutidos y la estafa que cometen empresas embutidoras contra los consumidores, por el uso de tripas, huesos y despojos de pollos y cerdos para fabricar alimentos.
En visita a El Gobierno de la Tarde, los avicultores y porcicultores Pedro Porrelo Reynoso, José y Sergio Fabelo y Wilfredo Bautista demandaron del Gobierno poner coto a las importaciones masivas de trimings, despojos y destrozos de aves y cerdos que son convertidos en alimentos y vendidos a los consumidores dominicanos sin ningún tipo de control sanitario ni oficial.
Indicaron que sectores importadores introdujeron al país 40 millones 853 mil 840 libras de despojos de pollos y cerdos, los cuales se permiten entrar de manera legal y a través del tratado de DR-CAFTA, pero a nivel local no se cumplen las normas para su uso.
Afirmaron que esa práctica afecta a los productores nacionales, mientras los fabricantes de embutidos estafan a la población.
Expresaron que los embutidores prefieren importar despojos de aves y cerdos comprimidos para ofrecer un producto alterado a los consumidores.
Explicaron que a nivel local se han desarrollado tecnologías dirigidas a utilizar más esos despojos para producir imitaciones de carnes y embutidos, con productos de baja calidad y de escasos niveles proteínicos y alimenticios.
Los productores avícolas y porcinos señalaron que los exportadores internacionales usan el tuétano, cartílagos, destrozos y partes sobrantes de aves y cerdos, que comprimen y convierten en un producto final, que desmejoran la calidad en la oferta alimenticia en el país.
Pedro Porrelo Reynoso consideró que “están engañando a los consumidores y violentando el etiquetado establecido mediante ley y las normas establecidas, en detrimento de la producción local y de la calidad alimenticia”.
Manifestaron que en esas importaciones participan todas las empresas embutidoras del país, constituyéndose en una cadena para reducir costos, pero que genera una competencia desleal que los productores avícolas y porcinos no pueden resistir.

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