miércoles, 7 de diciembre de 2011

Una saludable tradición navideña: la manzana

SANTO DOMINGO. Todos los que crecieron en pueblos recordarán esto: sabíamos que la Navidad se acercaba, cuando al pasear por la calle principal veíamos alinearse los tarantines con los racimos de uvas y las manzanas colgando de unos hilitos transparentes. 

Las uvas pasas, las "gomitas" y los dulces extranjeros, completaban el cuadro que llenaban nuestros ojos infantiles.

Ya no hay que esperar la Navidad para comer manzanas y aunque siguen siendo un lujo, la tenemos muy a mano. 

Una fruta con historias:

A lo largo de los siglos, la manzana ha sido asociada con la seducción, la traición y la salud. Vilipendiada por siglos, ¿quién no conoce la historia de Eva en el Paraíso? ¿O el cuento de la sufrida Blanca Nieves? 

Para otras civilizaciones, la manzana era un símbolo de vida e inmortalidad y se enterraba junto con los muertos para ser usada como alimento, camino al más allá.

Resulta del todo imposible decir donde se encuentra realmente el origen exacto de esta fruta. Hallazgos arqueológicos demuestran que la manzana crecía silvestre desde la época prehistórica. En la actualidad existen cientos de variedades de manzanas alrededor del mundo. Una para cada gusto.

Fuera de creencias milenarias, no mentimos al afirmar que la manzana es un regalo para la salud. Es una fuente apreciable de vitaminas, minerales y fibras, además de que su consumo previene y alivia muchas enfermedades.

Las manzanas son muy recomendadas para diabéticos. Su contenido de azúcar proviene mayormente de fructosa, que es más simple y se descompone lentamente en el cuerpo, ayudando a mantener un nivel equilibrado de azúcar en la sangre.

Los que sufren de cardiopatías, también encuentran un gran aliado en esta fruta. Estudios en Francia, Italia e Irlanda, han demostrado que dos manzanas al día pueden reducir el nivel de colesterol en un 10%.

Este trabajo a nivel arterial e intestinal es realizado por la pectina en la cáscara, que no sólo regulariza el tracto intestinal, sino que agrupa en el intestino las grasas procedentes de otros alimentos y las conduce al exterior, sin liberar calorías suplementarias. Junto con estas grasas, la pectina ayuda a eliminar metales nocivos como el plomo y el mercurio.

Para comer manzanas...

Se aconseja comerla con cáscara y entera, después de lavarla cuidadosamente para barrer la tierra y la cera que pudiera tener. La utilización de la manzana no tiene límite alguno y son deliciosas de todas maneras: frescas, hervidas, secas, en compotas, purés, mermeladas y jaleas; en repostería, para suflés y ensaladas de frutas. 

Si se van a consumir frescas, los mejores frutos son los consistentes, jugosos y crujientes. Para los suflés, son apropiadas las variedades más harinosas y menos ácidas. Las manzanas dulces son las más indicadas para pasteles y la jalea, se consigue con frutos jugosos que no hayan madurado totalmente y que contengan mucha pectina.

Propiedades Nutricionales

Gran fuente de vitamina C, promueve la acción antiviral y refuerza el sistema inmunológico.

Por su contenido de fibras y pectina, es efectiva contra el estreñimiento y la diarrea, contribuyendo a regularizar el tracto intestinal.

Aporta fósforo, potasio, sodio y vitaminas del complejo B.

Buena para la circulación y el corazón, es un alimento excelente para bajar el colesterol.

Limpia los dientes y fortalece las encías.

Contienen ácidos málico y tartárico, eficaces en la digestión de alimentos ricos en grasa.

La manzana es un "quitahambres" excelente y sólo aporta 60 calorías por 100 gramos

Su olor tiene efectos relajantes, y ayuda a bajar la tensión

Es ideal para problemas de artritis, reumatismo, gota, diarrea, gastroenteritis y colitis.

Y por si fuera poco, consumir dos manzanas al levantarse después de una noche de excesos, quita la resaca. 

himilcetejada@live.com.........DE DIARIO LIBRE .COM

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