Es una tradición en el país, como en otros países del mundo, celebrar el Día de Reyes. Aunque la costumbre ha variado en su festividad con el paso del tiempo, cada seis de enero es el día para agradar con juguetes a niños y niñas.
Los regalos son los protagonistas en este día, el cual se recuerda cuando los Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar llevaron obsequios al niño Jesús. De acuerdo al texto bíblico Mateo 2: 11, los Reyes Magos entraron a la casa y vieron al niño con su madre María y postrándose ante él, ellos lo adoraron y abrieron sus tesoros: oro, incienso y mirra. Por eso muchas personas haciendo la misma simbología que los Reyes, demuestran esa bondad llevándoles a “sus tesoros” regalos que le alegran su existencia.
En el país, aunque el Día de Reyes no se celebra en todas las ciudades (en algunas provincias se dedican obsequios el 25 de diciembre), es de costumbre que muchos padres ñdurante el año- crean conciencia a sus hijos e hijas sobre la importancia de portarse bien para que los Reyes Magos “le dejen”.
También, niños y niñas escriben una carta sincera diciéndoles a los Reyes cómo se han portado durante el año pasado y qué esperan hacer en el futuro.
Días antes se vislumbran estrellas (tres), lo que da indicio de que los Reyes van llegando. Los padres modernos dicen a sus hijos e hijas “que hay que tener todo preparado para su venida”.
Mientras se escribe la carta, se coloca yerba seca, agua y algo de alimento en el sitio donde van a recibir sus regalos, para cuando los Reyes lleguen puedan comer y darles de comer a sus camellos. Todo es parte de la tradición.
El día anterior muchos se van a dormir temprano, para que los Reyes lleguen a medianoche y los encuentren durmiendo.
¡Llegaron los reyes!
No obstante, cada cual vive esta costumbre de una manera singular. Carlos García dice que, además de la yerba, guardaba a los Reyes mentas verdes. Es habitual que al día siguiente, el seis de enero, que marca dentro de la celebración de la iglesia Católica como la “Epifanía del Señor”, los niños y niñas se levanten desde temprano con ansias junto con sus padres a recibir sus esperados presentes.
No obstante, cada cual vive esta costumbre de una manera singular. Carlos García dice que, además de la yerba, guardaba a los Reyes mentas verdes. Es habitual que al día siguiente, el seis de enero, que marca dentro de la celebración de la iglesia Católica como la “Epifanía del Señor”, los niños y niñas se levanten desde temprano con ansias junto con sus padres a recibir sus esperados presentes.
Disfrute pleno
Esta es una de las fechas más importantes para el deleite de niños y niñas, por tanto, no deje pasar por alto esta celebración en casa. Con lo poco o mucho que pueda regalar, permita que los infantes disfruten.
Esta es una de las fechas más importantes para el deleite de niños y niñas, por tanto, no deje pasar por alto esta celebración en casa. Con lo poco o mucho que pueda regalar, permita que los infantes disfruten.
Cinthya Fernández añora esos momentos. Compartir con sus primos y amigos los presentes que recibía era la emoción más grande del mundo. “Cuando niña los reyes me regalaban muchas muñecas y juguetitos, los que me hacían tan feliz al momento de destaparlos, y lo mejor de todo era jugar y compartir con mi gente”, recuerda.
Mientras los infantes gozan, los jóvenes y adultos se reúnen a compartir. “Todos los años, en casa de una tía celebramos el día de Reyes. Nos reunimos toda la familia, comemos y le damos regalos a los pequeños”, expresa Yanitsa Jiménez, recién graduada de Gestión Financiera y Auditoría. Con el tiempo, este día de la “Epifanía del Señor” se ha convertido en un evento importante y querido por todo aquel que lo disfruta.
En distintos puntos del país el Día de los Reyes es una tradición, especialmene en el Este. En el Norte, sin embargo, es predominante celebrar el día 24, dedicado a la natividad del Niño Jesús.
María Celeste Batista hizo una carta al niño Jesús pidiéndole un coche, un chocolate y unas zapatillas. “Yo me sentí muy bien, y a la vez nerviosa, porque me dijeron que hiciera una carta para el niño Jesús”, dijo la niña de siete años. Su hermana, Gissell Altagracia, de seis años hizo lo mismo, pidiendo unas zapatillas color marrón. Ambas expresaron que se sintieron contentas al recibir sus regalos.
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