domingo, 15 de julio de 2012

El papa invita a dedicar las vacaciones a atender a quienes sufren la soledad PIDE POR LAS PERSONAS ABANDONADAS EN LAS CALLES, HOSPITALES Y RESIDENCIAS DE ANCIANOS


EFE
Ciudad del Vaticano
El papa Benedicto XVI invitó hoy a los fieles católicos a utilizar tiempo de sus vacaciones estivales para reflexionar y atender a quienes sufren la soledad o el abandono, tanto en la calle como en hospitales o residencias de ancianos.
El pontífice dio este mensaje en lengua francesa en uno de los llamamientos en distintos idiomas que hace tras el habitual rezo del Ángelus dominical, que de nuevo volvió a dirigir hoy desde el palacio apostólico de Castel Gandolfo, la que es su residencia de verano, a unos treinta kilómetros al sur de Roma.
"Este periodo estival permite a algunos de nosotros tomarnos un descanso. Este tiempo puede ser para cualquiera un momento apropiado para reflexionar sobre su propia vida y para hacer que su corazón quede disponible a los demás y a Dios", afirmó Benedicto XVI, en un acto retransmitido en directo por televisión.
"Yo os invito también a estar atentos a todos los que sufren la soledad o el abandono, ya estén en la calle, en su apartamento, en instalaciones hospitalarias o en las residencias de ancianos. No dudéis en visitar a estas personas", añadió.
Benedicto XVI, quien a primera hora de este domingo se desplazó a la localidad de Frascati, próxima a Roma, para ofrecer una misa, también tuvo, como es habitual, unas palabras en castellano para los peregrinos de lengua española desplazados hasta Castel Gandolfo, en particular los fieles de la parroquia del Santo Niño de Atocha, en México, y quienes le siguen por los medios de comunicación.
"En el evangelio que nos propone la liturgia en este domingo, vemos a Jesús que llama y envía a los apóstoles a predicar la conversión. En efecto, la finalidad de la Iglesia es la propagación del Reino de Dios, para hacer partícipes a todos los hombres de la redención", dijo el papa en castellano.
"Animo, pues, a todos los miembros de la Iglesia, y de modo especial a los seculares, a responder con generosidad y prontitud de corazón a la voz de Cristo, para unirse más íntimamente a él y colaborar en su misión salvadora", agregó.
En esta ocasión el papa se dirigió también en portugués a los peregrinos que tienen ese idioma como lengua madre, sobre todo a los procedentes de la parroquia de San José de la ciudad de Bragança Paulista (Brasil) y al grupo de las Apóstoles del Sagrado Corazón de Jesús, acompañadas por profesores de colegios brasileños.
"Agradecido por la amistad y las oraciones, sobre todo invoco los dones del Espíritu Santo para que seáis auténticos testimonios de Cristo entre las respectivas familias y comunidades, que de corazón bendigo", dijo Benedicto XVI desde el balcón del patio interior del palacio apostólico de Castel Gandolfo. DE EFE

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