A solo cuarenta y ocho horas de que ocurriera la matanza de Invivienda, un hombre intentó matar a su concubina y a sus tres hijos menores de edad, propinándole una golpiza, prendiendo fuego a la cama, cuyas llamas se extendieron hasta reducir a cenizas la humilde vivienda y otras siete del callejón Payano, de la calle Puerto Rico, en Los Guandules.
Gracias al arrojo de un vecino, madre e hijos fueron salvados y lograron salir ilesos. El victimario, quien como el de Invivienda tenía otra familia, era reincidente y contaba con varias querellas.
La Policía lo persigue, por lo que estuvo a punto de convertirse en otra tragedia conmovedora. Al drama se suma que ocho familias, incluyendo las víctimas del intento de asesinato, quedaron sin un techo y perdieron todas las pertenencias, víctimas de las llamas. La mujer agredida fue identificada como Ivelisse Adames, de 30 años, y el agresor como Diómedes Ubrí Solís, de 40.
Los niños, dos varones y una hembra de 2, 8 y 11 años, no son identificados por razones legales. Las informaciones recabadas en el lugar de los hechos indican que el agresor era reincidente golpeando a la mujer, tenía otra familia y se le había puesto varias querellas pero las autoridades nunca “lograban localizarlo”.
A las querellas que se le ponían la Policía atendía y cuando iban a buscarlo e indagaban su paradero nunca lo encontraban por lo que siempre estaba suelto, según testigos. El hombre, luego de darle una golpiza a su pareja, esparció gasolina por la cama y con una lámpara le prendió fuego, mientras los tres niños permanecían en la habitación y, ante los gritos de la madre, el joven Gabriel Payano Peña, vecino de la familia, acudió en auxilio y logró romper la puerta y sacarlos ilesos.
En el hecho, la casucha en que vivía la mujer y sus hijos, al igual que otras siete de los alrededores, fueron reducidas a cenizas. Según las versiones recogidas y confirmadas por Silvia Oliva Peña, quien se identificó como tía del victimario, éste tiene otra familia.
Las condiciones de las víctimas no pudieron comprobarse de inmediato porque la familia se llevó a la madre y a los niños para varios lugares como forma de protegerlos porque Solís Ubrí permanece prófugo. “Yo vi que él llegó como a eso de las cuatro (de la madrugada). Ellos estaban separados, porque él tiene otra familia y cuando él llegó comenzó a darle golpe”, dijo María Ureña Ureña, vecina.
ANTECEDENTE FATAL DEL SUCESO
Este hecho ocurrió a solo dos días de la tragedia de Invivienda. El pasado domingo 30 de diciembre la comunidad de Invivienda, en Santo Domingo Este, fue estremecida por la matanza cometida por un hombre que quitó la vida a tiros a una mujer con la cual mantuvo una relación amorosa, a la madre de ésta, una hermana y una hija de dos años, y luego se suicidó.
Enmanuel Lami Román, de 26, también hirió a otra mujer, quien fue ingresada en el hospital Luis Eduardo Aybar. El suceso ocurrió en el apartamento 3A del edificio 3, manzana 47-12, próximo al mediodía. Vecinos que hablaron con los periodistas indicaron que la mujer había terminado una relación de cuatro meses con el agresor, porque se trataba de un individuo violento.
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