El presidente de EE.UU., Barack Obama, presionó hoy a los republicanos para llegar a un acuerdo que impida los recortes automáticos del gasto previstos a partir del 1 de marzo, ya que, según advirtió, su entrada en vigor dañará a la economía y puede suponer la pérdida de cientos de miles de empleos.
Con el Congreso en receso esta semana por las vacaciones de invierno y a solo 10 días de los temidos recortes, Obama compareció en la Casa Blanca para alertar de sus consecuencias y reiterar su propuesta, que combina reducciones de gasto en programas gubernamentales con una reforma fiscal para que los más ricos paguen más impuestos.
"Esos recortes no son inteligentes, no son justos, y dañarán a nuestra economía", sostuvo Obama.
Rodeado de trabajadores de los servicios de emergencias del Gobierno federal, Obama los puso de ejemplo del tipo de empleos que están en riesgo si se llegan a aplicar los recortes, valorados en más de 85.000 millones de dólares.
"Los agentes de la Patrulla Fronteriza verán reducidos sus horarios (...) Los controladores del tráfico aéreo y la seguridad aeroportuaria tendrán recortes, lo que significará más retrasos en los aeropuertos de todo el país. Miles de maestros y educadores serán despedidos", remarcó el presidente.
Además, recordó que el Departamento de Defensa ya ha decidido reducir su presencia en la zona del Golfo Pérsico en anticipación a esos recortes.
"Nuestra máxima prioridad debe ser hacer todo lo posible para que la economía crezca y crear buenos empleos para la clase media", subrayó Obama al afirmar que, si esos recortes entran en vigor, ocurrirá "exactamente lo contrario".
Obama insistió en que "no se trata de una abstracción", dado que hay personas "que perderán sus puestos de trabajo" y la tasa de desempleo, hoy en el 7,9 %, "podría subir de nuevo".
Por una decisión del Congreso adoptada en 2011, sin un acuerdo sobre la reducción del abultado déficit público entrarán en vigor el 1 de marzo recortes automáticos del gasto, la mayoría en el presupuesto destinado a Defensa.
El propósito de Obama es que el Congreso apruebe un plan de corto plazo que combine reducciones de gasto y aumento de ingresos fiscales para evitar esos recortes, que en principio estaban previstos para primeros de año y quedaron aplazados en enero cuando se logró un acuerdo para impedir el llamado "precipicio fiscal".
"La puerta está abierta. Yo he puesto duros recortes y reformas sobre la mesa y estoy dispuesto a trabajar con todo el mundo" para llegar a un acuerdo, indicó hoy el mandatario.
También recordó que su oferta incluye recortar gastos en programas sociales, como piden los republicanos, pero afirmó que es igualmente necesaria una reforma para cerrar muchas "lagunas" fiscales y aumentar las cargas impositivas a los ciudadanos más ricos.
"Desafortunadamente, los republicanos no piden nada a los estadounidenses más ricos ni a las corporaciones más grandes", lamentó Obama en referencia a la oposición de los conservadores a que esos sectores paguen más impuestos.
En coincidencia con el nuevo esfuerzo de Obama para evitar los recortes, los líderes de una comisión creada en 2010 para la reducción del déficit -el exsenador Alan K. Simpson y Erskine B. Bowles, exjefe de gabinete del expresidente Bill Clinton- también han presentado un nuevo plan.
Esa nueva iniciativa plantea una reducción del déficit en 2,4 billones de dólares en los próximos 10 años a través de una serie de recortes del gasto público y de una reforma fiscal.
Además, los demócratas en el Senado presentaron un plan la semana pasada para evitar los recortes que se enfrenta a una fuerte oposición de los republicanos.
El líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, criticó hoy a Obama por realizar en la Casa Blanca un acto "con estilo de campaña" electoral en lugar de ofrecer, por ejemplo, recortes en programas vinculados con las energías limpias.
"El mes pasado, el presidente consiguió más impuestos para los ricos y ahora está pidiendo más", denunció en un comunicado el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, en referencia al acuerdo logrado en enero para aumentar la carga tributaria a los ingresos superiores a los 400.000-450.000 dólares anuales.
A juicio de Boehner, "el gasto es el problema" y ése debe ser "el foco" de las negociaciones para impedir los recortes y cerrar un acuerdo sobre el déficit.DE EFE
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