Decenas de agentes policiales, de la unidad Lince, de los Topos, y del equipo Swat de la Policía acudieron esta mañana a la calle A, del barrio La Fuente, en Guachupita, donde estaba siendo velado el cuerpo de Raúl Serumberto Mota Reynoso (Vantroi), en el Club Los Gladiadores.
Un coronel de apellido Palabé conversó con los familiares de Vantroio y les dijo que acudieron al lugar para llevarlo hasta el cementerio Cristo Salvador, para evitar incidentes. Luego que las unidades especializadas de la Policía sacaron el féretro de la barriada se marcharon y dejaron a varias patrullas para que siguiera hasta el cementerio.
Al lugar se presentó Virgilio Almánzar, presidente del Comité Dominicano de los Derechos Humanos, y dijo que lo que pasó con Vantroi fue una ejecución, ya que de los 10 disparos que le hicieron ocho fueron en el pecho. Aseguró que no fue un enfrentamiento con una patrulla, como alega la Policía.
Dijo que conversó con Vantroi hace seis meses, y que éste le dijo que se había alejado de la calle y que estaba entregado al Señor. Pidió al procurador general de la República realizar una profunda investigación, ya que según dijo, Vantroi no disparó, por lo que lo instó a hacer las pruebas de parafina.
Almánzar entiende que una persona como Vantroi no es verdad que se iba a dejar matar en un intercambio de disparos y que un policía no iba a caer.
Dijo que cuando fueron a buscarlo detenido el sindicado por la Policía como uno de los sicario con más muertes en el país por encargo, estaba jugando baloncesto en una cancha, donde fue acribillado por los agentes del cuerpo del orden.
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