domingo, 14 de septiembre de 2014

Una vez con Yaqui La gran aspiración de este 'comunicador por excelencia' estuvo en su ferviente deseo de ver la creación de una escuela universitaria que produjera profesionales de la pantalla chica dominicana.

  • Herencia. Núñez pudo unir el binomio de divertir y orientar a través de cada una de sus presentaciones.
Santo Domingo
Yaqui Núñez del Risco no hizo televisión con el único propósito de entretener o divertir al público dominicano. Al contrario, siempre trató de cumplir su papel de comunicador en la categoría de una responsabilidad social; pero también respondió a las expectativas, aspiraciones, gustos y preferencias de los televidentes. 
Su legado quedó enmarcado, mayormente, en sus producciones televisivas, pero además hizo inspiradores aportes con su acostumbrada columna en LISTÍN DIARIO. La gente que buscó en sus programas entretenimiento o evasión recibió también la información u orientación oportuna para resolver sus propios problemas. “Porque ñdecía él- no solo de chiste o de música vive el hombre, sino también de toda palabra que sea capaz de ayudarlo a ser mejor”.
Ideas de cómo hacer TV
Yaqui, el comunicador por excelencia, amó su trabajo y creyó fielmente en su perfeccionamiento.  Por eso ante la interrogante: “¿Cómo satisfacer las exigencias de un teleauditorio heterogéneo?”; su respuesta se basaba en  que la televisión forzosamente obligaba a tener una audiencia de diversos estratos sociales, por tanto, la elaboración de los programas debía hacerse tomando en cuenta esta inevitable diversidad.
 “En un programa masivo, tienes que aplicar la política del sándwich completo”. ¿Y qué significa esto? “Pues sencillamente un sándwich tiene lechuga, tomate, mostaza, cátchup y carne, entonces ocurre que hay gente que no come carne porque es vegetariana, pero come lechuga y tomate. De la misma manera, hay que convertir estos programas en un sándwich completo cada día para mantener a todos los espectadores interesados”, reveló en una entrevista inédita al columnista Pablo Clase hijo a finales de los 80.
En general, creyó en un futuro promisorio para la televisión dominicana y abogó por la creación de una escuela universitaria que produjera profesionales de la pantalla chica. 
Fue vehemente en este deseo porque, según sus palabras, “basta ya de personas que se hagan profesionales de manera empírica o práctica como Freddy Beras y Yaqui Núñez del Risco”. ¿Qué representó un objetivo diario de sus trabajos personales? “He aprendido a distinguir entre lo posible y lo deseableÖ salgo todas las mañanas, a comenzar a vivir el día, persiguiendo lo deseable y trato de que, al final de la jornada, cuando me vaya a acostar, tenga la seguridad de que he logrado lo posible”. 
Lo que no se ha dicho
Su padre, Pedro Julio Núñez Durán, le puso el nombre de Yaqui en honor al río Yaque del Norte,  porque fue el único hijo que nació en la provincia de Santiago. De niño llamaba la atención por sus ojos grandes y la mirada en constante movimiento, como si anunciase que algún día iba a ser un comunicador.                                         
((Legado
Quiso dar más de lo que podía

Siendo un maestro de la televisión, la vida de Yaqui Núñez del Risco estuvo muy lejos de ser una monótona tranquilidad. En el curso de su profesión tuvo que enfrentar escenas desgarradoras de gente con distintas condiciones médicas graves y luego sentir la terrible impotencia de no poder resolverlo todo. Estos son también los dolores que muerden el corazón de un hombre del mundo del espectáculo, interesado en divertir y orientar, muy afortunado en su carrera, pero cuyo más íntimo anhelo era ser recordado no meramente como individuo famoso, sino por la contribución que su obra haya proporcionado al progreso social.
A los 69 años, el ilustre comunicador sufrió un derrame cerebral y fue puesto en la Unidad de Cuidados Intensivos en el Centro de Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat). Allí murió a los 75 años, luego de permanecer 14 días hospitalizado.

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