Hoy se cumplen 56 años del desembarco del 14 de Junio de 1959, en el que un grupo de expedicionarios armados incursionaron en tierras dominicanas movidos por el deseo de liberar al país de la sangrienta dictadura de Rafael Leónidas Trujillo.
Aunque esta hazaña no culminó con el anhelado deseo de las familias dominicanas y de la comunidad internacional que veía en la satrapía una de las aberraciones políticas más despiadadas de América Latina, constituyó parte esencial de la simiente que removió las columnas e inició el principio del fin del régimen de Trujillo.
Hay quienes han explicado que el 14 de junio de 1959 fue uno de los detonantes del descabezamiento del gobierno de los Trujillo, entre los tantos hilos que se quebraron y que apresuraron el final de la dictadura, como también se ha explicado tuvo en el episodio del asesinato de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, otro de los catalizadores del principio del fin.
La historia tradicional explica el proceso: 53 expedicionarios aterrizaron en Constanza en el avión C-46 Curtiss, pilotado por Juan de Dios Ventura Simó, precisamente el 14 de junio de 1959 y posteriormente desembarcarían por Maimón 96 hombres en la lancha Elsa y otros 48, que lo hicieron por Estero Hondo, con lo que inició el colapso del régimen de hierro que gobernó al país bajo fuego, persecución y muerte hasta el 30 de mayo de 1961.
De los héroes y mártires del 14 de junio de 1959 sólo salvaron la vida los dominicanos Mayobanex Vargas, Medardo Germán, Poncio Pou Saleta y Gonzalo Almonte Pacheco, que posteriormente fue reapresado en Restauración, su pueblo natal, llevado a La 40 y asesinado.
También los cubanos, comandante Delio Gómez Ochoa y Pablito Mirabal Guerra, que tan sólo tenía catorce años de edad. Murió fulminado por un rayo en La Habana el 21 de junio 1969. En la actualidad sólo sobreviven los héroes Delio Gómez Ochoa y Mayobanex Vargas. Los hombres y mujeres que se inmolaron por una causa.
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