Lo que parecía improbable, se hizo cierto. El 6 de agosto de 2012, el vallista dominicano Félix Sánchez quebró las posibilidades al convertirse en la sorpresa de los 400 metros con vallas de los Juegos Olímpicos de Londres de ese año.
El sitio de Internet de la IAAF consideró sorprendente la actuación de Sánchez, así como la más electrizante, en especial luego de conquistar el oro, ocho años después de haber obtenido su primer metal dorado en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Ese fue el tercer oro para RD.
La de 2012 no sólo será recordada como una presea grandiosa para Sánchez, sino la vez que sacó una foto debajo de su traje de correr y entonces se inclinó al suelo para besar el rostro de su recién fenecida abuela en ese entonces.
El gesto conmovió a todos los que asistieron al Estadio Olímpico, una emoción que también se sintió aquí en el país, una nación que también lo acompañó cuando subió al podio y las lágrimas se le confundían.
Otro hecho grandioso para Sánchez fue que ganó con tiempo de 47.63, aunque en la semifinal corrió para un 47.76. Hasta antes de llegar a esa carrera no había quebrado la barrera de los 48 segundos desde 2004 en un campeonato de primer nivel.
Sánchez superó a todo un grupo de rivales más jóvenes que él. La plata fue para el estadounidense Michael Tinsley (47.91) y con bronce el puertorriqueño Javier Culson (48.10).
Los 47.63 con que se llevó el oro, fue el mismo tiempo que hizo en Atenas 2004 y con 34 años, para el pasado 6 de agosto, el de más edad en las finales de esa noche, también se convirtió, señala la IAAF, fue el medallista de mayor edad de por vida y campeón en el evento en unos Juegos Olímpicos.
La victoria dejó molesto a Angelo Taylor, campeón defensor, quien también ha ganado título olímpico con un espacio de ocho años. El dominicano persigue otro oro, ahora en Río de Janeiro en 2016.
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