Naciones Unidas admitió por primera vez que tuvo un papel en el inicio de la epidemia de cólera en Haití, que ha dejado desde 2010 miles de muertos y cientos de miles de afectados.
"Durante el último año, la ONU se ha convencido de que debe hacer más en relación con su propia implicación en el brote inicial y el sufrimiento de los afectados por el cólera", señaló el portavoz Farhan Haq.
La declaración, publicada primero por The New York Times y remitida a Efe, llega en respuesta a un informe por ahora confidencial elaborado por el relator especial sobre Derechos Humanos y Pobreza Extrema de la ONU, Philip Alston.
El texto, que se hará público a finales de septiembre, servirá de base para un nuevo paquete de acciones que Naciones Unidas tiene previsto poner en marcha para apoyar a Haití.
"La nueva respuesta será presentada públicamente en los próximos dos meses, una vez que esté totalmente elaborada, acordada con las autoridades haitianas y discutida con los Estados miembros", señaló el portavoz, que no quiso dar más detalles.
Varios grupos de víctimas del cólera han demandado a la ONU ante la Justicia para que compense a los afectados y repare los daños que consideran que causó.
Ante esas acciones, la organización se ha defendido en todo momento esgrimiendo su inmunidad, un privilegio que considera que impide que sea juzgada por los hechos.
Según los demandantes, el brote de cólera que aún afecta al país caribeño fue causado por un vertido en un río de residuos fecales del contingente nepalí de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (Minustah).
Se trata de una posibilidad que admiten varios estudios técnicos pero que la ONU ha rechazado en repetidas ocasiones, aunque la organización ha subrayado siempre su compromiso a seguir colaborando con las autoridades para eliminar la enfermedad en el país.
"Esta es una gran victoria para los miles de haitianos que han estado marchando por la justicia, escribiendo a la ONU y llevándola ante los tribunales", señaló en un comunicado el abogado Mario Joseph, responsable de una de las campañas que busca reparaciones para las víctimas.
"Este es un primer paso revolucionario hacia la justicia", dijo Beatrice Lindstrom en nombre del Instituto para la Justicia y Democracia en Haití, una organización que también ha impulsado acciones contra Naciones Unidas.
El portavoz de la ONU, sin embargo, dejó claro en declaraciones a los periodistas que la "posición jurídica" de la organización en el caso "no ha cambiado".
La epidemia de cólera que arrancó en Haití en 2010 ha afectado a centenares de miles de personas y ha causado más de 9.000 muertos, según diversos cálculos.
Aunque el número de víctimas se ha ido reduciendo en los últimos años, han seguido surgiendo nuevos brotes regularmente y Haq reiteró que la enfermedad sigue siendo "un problema" para el país.
"Estamos tratando de ver cómo resolver esto y hacer lo correcto", señaló el portavoz.DE EFE
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