El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, advirtió ayer a los partidos y a los actores sociales que no deben imponer sus propuestas a la institución.
“La institución debe estar de pie, no de rodillas”, afirmó Rosario, quien agregó que las organizaciones políticas y sociales deben cuidar de ejercer la más amplia participación en todos los temas propios de la JCE, sin constituirse en la institución misma.
La advertencia del presidente de la JCE se produce en momentos en que los dos principales partidos políticos participan en un diálogo, con la mediación de monseñor Agripino Núñez Collado, para buscar una solución al impasse creado por la renuncia del administrador general de informática de la JCE, Miguel Ángel García.
No obstante, Rosario consideró que los partidos y los actores sociales deben ser consultados, escuchados y tomados en cuenta por la JCE, pero no imponer a ella sus propuestas.
El presidente de la JCE externó su criterio en una conferencia que pronuncio durante la Décimo Octava Graduación Extraordinaria de la Universidad de la Tercera Edad (UTE), en l que esa academia invistió a 191 nuevos profesionales en distintas áreas del conocimiento.
Expresó que ha escuchado con frecuencia que se le ha catalogado como terco e inflexible, por no acceder a algunos requerimientos que, según manifestó, no han estado avalados, ni sustentados por las vías procedimentales establecidas.
“¿Quieren los ciudadanos una JCE débil, irresoluta, temerosa, incapaz de resistir presiones, que se incline al soplo de cualquier ventisca, o una institución justa, humilde y accesible a la población, pero firme en la defensa de sus principios y valores? ¿Confiaría en una institución tímida y débil? se preguntó a sí mismo Rosario.
Y precisó que el país ha avanzado y cuenta con un sistema electoral maduro y adulto, pero consideró que falta ver si los partidos han experimentado ese mismo avance.
Rosario aprovechó ese escenario para reiterar que el proceso electoral próximo para elegir al presidente y vicepresidente de la República concluirá revestido de los mayores niveles de transparencia conocidos hasta el momento, y que su legalidad y legitimidad no será objeto de dudas.
“Los ciudadanos dominicanos, los partidos políticos y demás instituciones públicas y privadas y las agencias internacionales pueden descansar tranquilos, ya que nosotros, que hemos sido parte de la construcción de esta renovada institución, con elevados niveles de confianza y credibilidad, somos los más llamados a preservar y ampliar los mismos, para concluir nuestra función pública con la satisfacción del deber cumplido”, señaló.
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