Un total de 450 niños han recibido cirugías de corazón a través del Fondo para la Niñez David Ortiz, entidad que el próximo fin de semana celebrará su cuarto torneo de golf en Cap Cana para recaudar recursos que le permitan continuar con su obra benéfica.
El anuncio lo hizo ayer David Ortiz en el Café Deportivo de LISTÍN DIARIO, donde estuvo acompañado de Nelba Peláez, Ortiz reveló, no obstante, que la Fundación tiene como mayores fuentes de ingresos a coorporaciones y empresas de Estados Unidos que donan entre 50 y 100 mil dólares anualmente.
“Nosotros hemos operado a esa cantidad de niños porque nos hemos conectado a compañías americanas que nos incluyen en sus presupuestos y así adquirimos una buena cantidad de dinero”, resalta.
Declaró que las cirugías –que en los casos de los recién nacidos se realizan en el Massachusetts General Hospital y en Cedimat y el hospital Robert Read Cabral para los de mayor edad– tienen un valor que supera los 30 mil dólares, pero que a su fundación se les hacen al costo, que ronda entre los cinco y ocho mil dólares.
El Fondo para la Niñez David Ortiz trabaja en combinación con la Fundación Heart Care Dominicana, que funciona en Cedimat bajo la dirección del cardiólogo Pedro Ureña.
Premio Roberto Clemente
Por la labor humanitaria que hace fuera del terreno y por su desempeño en los diamantes, David recibió el 20 de octubre pasado el premio Roberto Clemente, que en el pasado también habían ganado Sammy Sosa y Albert Pujols.
“Es un premio que no sólo me pertenece a mí, sino al grupo entero”, considera sobre la entidad que tiene a Nelva Peláez como coordinadora y en la que además colaboran muchas personas tanto aquí como en la ciudad de Boston.
Adelanta que ese tipo de motivaciones le llevarán a dedicarle más tiempo y esfuerzo a las obras de caridad que ha venido realizando oficialmente desde el 2007, cuando comienza a operar oficialmente la fundación.
“Cuando recibí este premio me automotivé y dije yo creo que lo puedo hacer mejor”, enfatiza.
Lamenta que, aparte de él y Pedro Martínez, que también tiene una fundación que hace muchas obras de bien, hay un sinnúmero de personalidades que tienen mucho que dar en este campo, pero que no lo hacen por causas que desconoce.
Creyente en Dios, de vez en cuando visita la iglesia, pero no sale a la calle sin antes leer un salmo de la biblia, David asegura que se siente compensado cuando en algunas actividades que realiza recibe en sus brazos a una avalancha de niños que han sido operados gracias a los recursos que él diligencia.
“Cuando esos carajitos vienen todos para encima de mí, me digo ‘David vamos a trabajar más duro porque mira los resultados y hay más niños que necesitan eso’ ”,expresa.
Señala que le resultaría gratificante, cuando ya esté retirado, escuchar el testimonio de uno de esos niños diciéndole “Mire, por Dios y usted yo hoy soy doctor y voy a ayudar a los niños que pueda porque usted me ayudó sin saber quien yo soy”.
Educación familiar
David agradece a la formación familiar que recibió de sus padres Ángela Rosa Arias (“La Niña”) y Leo Ortiz.
David agradece a la formación familiar que recibió de sus padres Ángela Rosa Arias (“La Niña”) y Leo Ortiz.
“Lo mejor que me ha pasado a mí fue la forma como me educaron, porque yo he volado alto en lo que a la vida de un atleta se refiere, pero los pies míos siempre han estado puestos sobre la tierra”, afirma.
“Uno como celebridad, después que adquiere fama y dinero, lo que sea, tiene que saber cómo mantener el contacto con la gente”, agrega el “Big Papi”, a cuya discreta seguridad le ha ordenado que permita que sus fans se le acerquen.
Sobre don Leo, dijo, además, que ha sido la persona que más le ha ayudado en el béisbol.
Al preguntársele quién ha sido su mayor coach de bateo, no vaciló en contestar: “Yo”.
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