domingo, 8 de enero de 2012

Caos se cierne en Cooperstown


AP
Nueva York
Desconcertante por los diversos criterios y envenenado por caprichos, el proceso para determinar los integrantes del Salón de la Fama del béisbol está al umbral de un intrincado período que hará que los candentes debates que se han tenido hasta ahora parezcan una mera escaramuza.
Apunte el 2012 como el último año de “sosiego” que tendrá la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica previo a las recriminaciones que se avecinan ante el juicio que sus miembros deberán emitir sobre una cascada de astros salpicados por la llamada “Era de los Esteroides”.
Hay 13 nuevos nombres en la papeleta de candidatos, entre ellos el mexicano Vinicio Castilla y los puertorriqueños Javier López y Rubén Sierra. A lo más que pueden aspirar es recibir los votos suficientes --el 5 por ciento-- para mantenerse bajo consideración en los años siguientes.
Bernie Williams, el jardinero puertorriqueño que ganó una corona de bateo con los Yanquis de Nueva York, es el más sobresaliente de los 13, el único que podría sobrevivir la votación. ¿Cooperstown? Eso se ve demasiado remoto.
Barry Larkin, Jack Morris, Tim Raines, Lee Smith y Jeff Bagwell resaltan dentro del grupo de los que más votos sacaron el año pasado y que repiten. Quizás sólo uno de ellos sea el que sea exaltado en julio próximo junto a Ron Santo, el tercera base de los Cachorros de Chicago que en diciembre pasado fue seleccionado de manera póstuma por el Comité de Veteranos.
La percepción es que Larkin, torpedero de los Rojos de Cincinnati, es el mejor perfilado, más que nada por la evolución en alza de sus adhesiones en los dos años que ha entrado en la votación. Después de un 51,6% en 2010, Larkin alcanzó un 62,1% el año pasado, a cierta distancia del mínimo necesario de 75% que Roberto Alomar y Bert Blyleven lograron para ser seleccionados.DE AP

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