Invitó a participar en la celebración de las Vísperas de la Fiesta de la Conversión de San Pablo
Ciudad del Vaticano.- El papa Benedicto XVI deseó hoy a los países del Extremo Oriente, "que celebran con alegría el año nuevo lunar", que este venga marcado por "la justicia y la paz".
"En la presente situación de crisis socioeconómica deseo a todos esos pueblos que el nuevo año esté marcado por la justicia y la paz, traiga alivio a los que sufren y que, especialmente los jóvenes, con su entusiasmo y su empuje, puedan ofrecer una esperanza al mundo", dijo el Pontífice durante el tradicional rezo del Ángelus dominical.
Benedicto XVI invitó, además, a participar el próximo miércoles en la celebración de las Vísperas de la Fiesta de la Conversión de San Pablo, que se celebrarán la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, y que clausurarán la Semana de la Oración por la Unidad de los Cristianos.
El papa explicó que este año las meditaciones de la Semana de la Oración han sido preparadas por "un grupo polaco" y subrayó cómo Polonia ha dado "pruebas de gran determinación, impulsada por la fe" a lo largo de su historia, en la que ha conocido "luchas valientes contra numerosas adversidades".
"A lo largo de los siglos, los cristianos polacos han intuido de forma espontánea una dimensión espiritual en su deseo de libertad y han comprendido que la verdadera victoria puede lograrse tan solo si va a acompañada de una profunda transformación interior", agregó.
El papa señaló que ellos "nos recuerdan que nuestra búsqueda de unidad puede ser conducida solo de forma realista si el cambio tiene lugar, en primer lugar, en nosotros mismos, si dejamos actuar a Dios, si nos dejamos transformar a imagen de Cristo, si entramos en la vida nueva en Cristo, que es la verdadera victoria".
"En la presente situación de crisis socioeconómica deseo a todos esos pueblos que el nuevo año esté marcado por la justicia y la paz, traiga alivio a los que sufren y que, especialmente los jóvenes, con su entusiasmo y su empuje, puedan ofrecer una esperanza al mundo", dijo el Pontífice durante el tradicional rezo del Ángelus dominical.
Benedicto XVI invitó, además, a participar el próximo miércoles en la celebración de las Vísperas de la Fiesta de la Conversión de San Pablo, que se celebrarán la Basílica de San Pablo Extramuros de Roma, y que clausurarán la Semana de la Oración por la Unidad de los Cristianos.
El papa explicó que este año las meditaciones de la Semana de la Oración han sido preparadas por "un grupo polaco" y subrayó cómo Polonia ha dado "pruebas de gran determinación, impulsada por la fe" a lo largo de su historia, en la que ha conocido "luchas valientes contra numerosas adversidades".
"A lo largo de los siglos, los cristianos polacos han intuido de forma espontánea una dimensión espiritual en su deseo de libertad y han comprendido que la verdadera victoria puede lograrse tan solo si va a acompañada de una profunda transformación interior", agregó.
El papa señaló que ellos "nos recuerdan que nuestra búsqueda de unidad puede ser conducida solo de forma realista si el cambio tiene lugar, en primer lugar, en nosotros mismos, si dejamos actuar a Dios, si nos dejamos transformar a imagen de Cristo, si entramos en la vida nueva en Cristo, que es la verdadera victoria".
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