El papa Benedicto XVI pidió a los políticos del mundo que ayuden a las familias e instituciones educativas a ejercer su derecho y deber de educar. Al presentar el mensaje para la XLV Jornada Mundial de la Paz en una Perspectiva educativa, con motivo del Nuevo Año, el Sumo Pontífi ce, proclamó que ciertamente el año que termina aumentó el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y de la economía y exhortó a las instituciones, a las framilias y todos los estamentos educativos, prestar atención a la juventud para la construcción de un futuro de justicia y de paz.
“Quisiera dirigirme también a los responsables de las instituciones dedicadas a la educación, que vigilen con gran sentido de responsabilidad para que se respete y valore en toda circunstancia la dignidad de cada persona”, refl exionó. Exhortó a los gobiernos que aseguren a las familias que sus hijos puedan tener un camino formativo que no contraste con su conciencia y sus principios religiosos.
Su Santidad envió un mensaje de estímulo a la juventud, de consagración y fortalecimiento de la familia, y de identifi cación esencial de la educación con resposabilidad, de educar para la verdad, la libertad y de educar en la justicia, la paz.
“Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día”, subrayó. Es por ello que en su proclama refl exionó que se dirigía a los jóvenes teniendo en cuenta la aportación que pueden y deben ofrecer a la sociedad.
“Mi mensaje se dirige también a los padres, las familias y todos los estamentos educativos y formativos, así como a los responsables en los distintos ámbitos de la vida religiosa,social, política, económica cultural y de la comunicación. Prestar atención al mundo juvenil, saber escucharlo y valorarlo, no es solo una oportunidad, sino un deber primario de toda la sociedad”, manifestó. Benedicto XVI planteó que en la actualidad, muchos son los aspectos que preocupan a la juventud, como el deseo de recibir una formación que los prepare a afrontar la realidad, la difi - cultad de formar una familia y encontrar un puesto estable de trabajo, la capacidad afecti- va de contribuir al mundo de la política, para edifi car una sociedad con rostro más humano y solidario. Pidió a las instituciones y familias preocuparse de que cada joven pueda descubrir la propia vocación acompañándolo mientras hace fructifi car los dones que el Señor le ha concedido.
Su Santidad estimó que vivimos en un mundo en el que la familia y también la misma vida se ven constantemente destrozadas.
“Unas condiciones de trabajo a menudo poco conciliables con las responsabilidades familiares, la preocupación por el futuro, los ritmos de vida frenéticos, la emigración en busca dae un sustento adecuado, cuando no de la simple supervivencia, acaban por hacer difícil la posibilidad de asegurar a los hijos uno de los bienes más preciosos, la presencia de los padres, una presencia que les permita cada vez más compartir el camino’’, meditó.
El Papa hizo un llamado a los medios de comunicación para que apoyen la educación, al entender que en la sociedad actual los medios tienen el papel particular no solo de informar sino de educar.
Benedicto XVI postuló que en la actualidad un obstáculo totalmente insidioso para la obra educativa es la masiva presencia en nuestra sociedad y cultura del relativismo que al no reconocer nada como defi nitivo, deja como última medida el yo con sus caprichos.
Educar para la paz fue otra de las refl exiones hechas por el Papa, en cuyo contexto signifi có que no se trata de su reconocimiento solo como ausencia de la guerra y que no se limita solo a asegurar el equilibrio de las fuerzas adversas, sino que la misma se alcanza con la salvaguarda de los bienes de la persona y de los pueblos.
“JUVENTUD NO OS DESANIMÉIS”
El Papa dirigió un mensaje a la juventud en el cual le dice que “vosotros sois un don precioso para la sociedad. No os dejéis vencer por el desánimo ante las dificultades y no os entreguéis a las falsas soluciones que con frecuencias de presentan como el camino más fácil para superar los problemas. No tengáis miedo de comprometeros, de hacer frente al esfuerzo y al sacrificio, de elegir los caminos que requieren fidelidad y constancia, humildad y dedicación.
Vivid con confianza vuestra juventud y esos profundos deseos de felicidad, verdad, belleza y amor que experimentáis”, apostilló. Los exhortó a reflexionar que son un ejemplo y lo serán mientras más se esfuercen por superar las injusticias y la corrupción.
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