El pastor Ezequiel Molina Rosario proclamó ante un Estadio Olímplico repleto de feligreses cristianos que República Dominicana está ante una crisis de seguridad que amenaza con “paralizarnos”. Consideró que a la vista no hay una propuesta seria de parte de las autoridades, o los aspirantes, que brinde alguna esperanza.
En la tradicional Concentración Evangélica Nacional, en su versión número 48 de la Batalla de la Fe, manifestó que este es un año de elecciones y que luego de la decapitación de la Era de Trujillo seis personas han ocupado la Presidencia y que todos han jurado hacer cumplir las leyes y ninguno lo ha hecho”.
Expuso que la vida humana ha sido devaluada a su mínima expresión, especialmente la de los inocentes y gente decente, al tiempo de fustigar que la de los delincuentes es muy cara “y las comisiones de los derechos humanos luchan por protegerlos apoyados por una Justicia exageradamente benigna”.
Molina dijo que Dios dio espada a las autoridades, porque para El el alma del delincuente no vale más que la del inocente, por lo que expuso que el cáncer que representan los delincuentes no se trata con agua tibia. En la jornada evangélica los pastores clamaron por República Dominicana, sus gobernantes y el pueblo.
Mientras, el hijo de Ezequiel Molina, Ezequiel Molina Sánhez proclamó que en la República Dominicana hay síntomas que permiten identificar que la sociedad dominicana está enferma, que son la corrupción generalizada en el fondo y la forma.
“Hay corruptos en el gobierno, en la oposición, en la empresa pública y privada, en el que imparte justicia, pero también en los organismos represivos y en los que deben equiparlos y formarlos”, expuso. Además, la violencia que se expresa en la casa, en la calle, en el centro de labores, lo que a su entender se debe en gran medida a la desigualdad social, los abusos, las injusticias.
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