Con el slogan, “Papá” “Papá” nos vemos en la final, jugadores, directivos y simpatizantes de los Tigres del Licey celebraron su resonante avance a la serie final, tras su triunfo anoche 9-8 ante los Gigantes del Cibao.
Los peloteros del Licey lo externaban una y otra vez en un anardecido camerino, donde la champagne, cervecez y agua marcó la celebraci´pon de una franquicia que tenía cinco años sin asistir a la serie final.
Luego que Erick Aybar atrapara un elevado para el tercer out, los peloteros del Licey iniciaron una ruidosa celebración en el mismo dugout, donde las primeras víctimas fueron los termos del aguade los peloteros.
Tras el ingreso al camerino y de forma extraña hubo un silencio que interrumpió la celebración, empero el mismo aconteció luego que Tony Fernández, ex gloriosa figura del Licey invocó junto a los peloteros unas palabras a Dios en señal de agradecimiento por el triunfo logrado.
Un parde minutos duró la invocación, para luego retomar los festejos con la frase Papá, Papá, nos vemos en la final. Esto así porque el mismo se ha convertido en el grito de guerra de los Leones del Escogido, conjunto que venció 7-3 al Licey en la regular y 4-2 en el round robin, logros que incluyó un partido sin hit.
“Estamos preparados para enfrentarnos a ellos, la mística de este equipó es muy grande y podemos ganarle”, señaló Anderson Hernández, quien conectó un par de imparables y anotó dos carreras en el partido de ayer.
“Esto es algo grande, siempre confié en el trabajo que realizarían los muchachos, siempre me mantuve confiado”, expresó José Offerman sobre los tigres. Por cierto Offerman fue el último dirigente que consiguió una corona para el Licey cuando vencieron a los gigantes 5-0 en el 2008-09.
“Que viva el gordo...”
Otro grito de guerra de los azules era “que viva el gordo, que viva el gordo”. En alusión a Juan Francisco, cuyo jonrón ante Zach Segovia en el noveno le dio el dramático triunfo a los azules sobre los nordestanos.
Otro grito de guerra de los azules era “que viva el gordo, que viva el gordo”. En alusión a Juan Francisco, cuyo jonrón ante Zach Segovia en el noveno le dio el dramático triunfo a los azules sobre los nordestanos.
“Me concentré a batear un pitcheo, se que cuidaría, pero se equivocó”, expuso Juan Francisco, mientras era bañado de champagne por los jugadores del Licey.
“Me siento orgulloso de que el Licey me haya llamado para reforzarlo, había escuchado mucho de este béisbol, pero nos abía que se jugaba con tanta pasión, es uno de los momentos más agradables de mi carrera”, señaló de su lado Félix Pérez, otro de los artífices en la victoria de los Tigres.
Mientras que Manny Acta dijo que esto no se detiene aquí, “aún falta muchísimo béisbol por jugar, doy gracias al dirigente José Offerman, a todos los muchachos, al cuerpo de coaches por este gran trabajo del Licey”, externó.
Acta también elogió el trabajo de Tony Fernández con los jugadores, qujien en los momentos en que se encuentran en baja en su bateo, él los orientaba y les corregía una que otra cosa que realizaban mal. Eso mismo aconteció en la Liga de Desarrollo cuando esos jugadores necesitaba coger su ritmo.
La serie final entre Licey y Escogido inicia este lunes a partir de las 7:30 de la noche en el Quisqueya. La misma estará pactada a un 9-5.
De su lado, Fernando Ravelo no pudo entrelazar las palabras de la emoción que sintió al ver el avance de los Tigres del Licey a la final.
“Esto es algo bien grande, es como si hubiéramos conquistado la corona, pero sabemos que todavía nos falta otro trecho pór recorrer.
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