Para el jurista Luis Gómez la única solución que tiene el país para salir del “tollo jurídico” que generó la sentencia 168/13 del Tribunal Constitucional (TC) sobre la nacionalidad de hijos de extranjeros en tránsito es que sea anulada, lo cual solo puede hacer el propio tribunal.
Entrevistado por teléfono, Gómez consideró que indudablemente la República Dominicana será objeto de una condena ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por la irretroactividad de la decisión de revocar la nacionalidad desde 1929 a 2010.
Gómez, experto en derecho constitucional, recordó que tanto en la Convención Interamericana de los Derechos Humanos como en la Constitución dominicana, la retroactividad está condenada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario