lunes, 4 de mayo de 2015

Accidente que se puede evitar NO TIENEN OLOR NI SABOR, LO QUE AUMENTA EL RIESGO

Elba Isenia
Especial para LD
Los niños son traviesos por naturaleza y la curiosidad forma parte de su desarrollo psicomotor. Los adultos de la casa son los responsables de crear un ambiente de seguridad y librarlos de accidentes domésticos que atenten contra su bienestar integral.
El uso de productos químicos se extiende cada día más en la vida cotidiana y con ello incrementan los accidentes ocasionados por no mantener fuera del alcance de esa curiosidad de los niños los productos abrasivos como álcalis o ácidos fuertes que pueden causar un daño muy serio en los infantes si los beben o entran en contacto con alguna perte de su cuerpo.
Isaura Cornelio, gastroenteróloga pediatra, expresa que aquellos niños que ingieren sustancias químicas presentan consecuencias graves como esofagitis corrosiva y tienen que someterse a procedimientos por largo tiempo, lo que produce un daño psicológico devastador, tanto para el niño y la familia.
Cornelio, quien expuso el tema en la Jornada Sur de la Sociedad Dominicana de Gastroenterología, señala que la ingesta de productos como cloro, limpiadores de hornos, desgrasantes, líquido  de baterías, limpiador de pisos y otros, producen daño en el tubo digestivo alto por reacciones químicas directas.
Advierte que en el país existen pocas políticas de prevención, condición que se refleja en que las emergencias registran numerosos casos de niños afectados. 
LAS EDADES VULNERABLES
Isaura Cornelio, gastroenteróloga pediatra, detalla que los grupos de mayor riesgo son los menores de cinco años, siendo la edad pico los dos años, etapa en la que ocurre el 80% del total de las ingestas, atribuido a la curiosidad, habilidad para localizar, alcanzar y beber líquidos y la falta de capacidad para discriminar los tóxicos. 
Afirma que la severidad de la esofagitis corrosiva, en la que el esófago se daña debido a sustancias nocivas, dependerá del tiempo de contacto de la sustancia con la mucosa, así como cantidad y forma física (sólido o líquido). Señala que algunos productos, como los alcalinos no tienen sabor, son de poco olor, lo que aumenta el peligro de ingesta accidental. 
 Ingesta de corrosivos es del todo prevenible
Hay graves consecuencias cuando los pequeños ingieren productos de limpieza. De eso habló  la especialista Isaura Cornelio, gastroenteróloga pediatra, durante una conferencia dictada en la jornada de los gastroenterólogos reunidos en Barahona para estudiar las principales enfermedades, estudios diagnósticos y tratamientos de su especialidad.
La jornada médica contó con la exposición de ocho conferencias en las que se abordaron los temas de esofagitis cáustica en niños, uso de radiofrecuencia en ERGE y utilidad del ultrasonido endoscópico.
La iniciativa forma parte del programa anual de la Sociedad de Gastroenterología para mantener actualizados a sus miembros ubicados en toda la extensión del país que escucharon la conferencia de Cornelio.
Consecuencias
La experta enumeró en su intervención que las consecuencias pueden ser problemas para tragar, salivación, vómito con sangre, náuseas, vómitos, dolor torácico, dificultad respiratoria, taquipnea o estridor, enfisema subcutáneo y perforación.
Expuso que en abordaje inicial se debe  intentar identificar el agente causal con el frasco o etiqueta, su concentración, la forma física, si es sólida o líquida, estimación de la cantidad consumida, circunstancia en que se produce y lavar con agua la boca para sacar restos de partículas adheridas.
En el abordaje, los familiares y el médico no deberán bajo ningún concepto inducir el vómito ni intentar neutralizar con cualquier sustancia ya que esto solo empeoraría la situación por exponer una nueva vez el tejido a la sustancia, lo que aumenta la gravedad de la lesión.
Opinión de un cirujano
El cirujano pediatra Rodolfo Soto Ravelo, presidente de la Sociedad Dominicana de Pediatría, explica que los accidentes en el hogar son todos prevenibles, especialmente los casos de una ingestión de sustancias corrosivas.
“Tenemos una gran situación, y es que los padres de manera irresponsable están reenvasando sustancias corrosivas en botellas inadecuadas, de refrescos, bebidas hidratantes, llamativas y que el niño asocia con alimentos buenos”, explica el especialista.
Asevera que los accidentes pasan porque los padres están dejando los químicos al alcance de los niños en espacios inadecuados.
Agrega que la ingestión de cáusticos con fines suicidas que se ve más en los adolescentes, es igual de alarmante por ser una complicación grave y devastadora que ocasiona una corrosión de esófago, estómago, duodeno y causa hasta perforaciones.
Explica que la esofagitis cáustica es de manejo multidisciplinario, ya que inicialmente debe ser visto por el endoscopista gastroenterólogo pediatra, para iniciar los procesos de dilataciones, tratando que la estenosis no se suscite y pueda resolverse.
Afirma que en cirugía, algunos niños deben ser intervenidos para reemplazar el esófago por una porción de su intestino, con todos los agravantes que conlleva, una cirugía costosa, de alto riesgo, que demanda muchos recursos.
Hace un llamado a los padres y tutores a tener responsabilidad y no dejar al alcance de los niños sustancias corrosivas, mantener esos productos en sus envases originales (no reenvasarlas) y evitar el sufrimiento a sus hijos por una ingesta accidental.
“Una vez que el niño ingiere sustancias corrosivas hay una catástrofe familiar, empezando con el niño que sufre las secuelas y siguiendo con una alteración total de la dinámica familiar”, advierte el especialista. 
LAS CIFRAS DEL PROBLEMA
Según la Asociación Española de Pediatría, las cifras de incidencia real varían según la estructura sanitaria del país, en Francia alcanza hasta el 4,5% del total de ingresados por accidentes, en el norte de Europa la frecuencia anual alcanza los 5 casos por cada cien mil y en Estados Unidos, anualmente se producen más de cinco mil casos de ingestión de sustancias químicas cáusticas. 
Recomendaciones
- Tener siempre bien identificados los envases de productos de limpieza.
- Tener los productos guardados en gabinetes altos y bajo llave.
- No dejarlos fuera de su lugar después de usarlos.
- No cambiarlos de sus envases originales.
- No usar envases que se vean como comestibles (frascos de compotas, frascos de yogurt, botellas de refresco, cartones de jugos etcétera).Elba Isenia
Especial para LD

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