- ....El inicio de excavaciones en espaciosos terrenos de la capital auguraba que terminarían en fructíferos proyectos. Unos avanzaron en su construcción al grado de que se perfilaba su naturaleza, otros permanecen siendo precipicios forrados de maleza a orillas de importantes vías capitalinas, con la incógnita de su definición.
En un recorrido por el Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste, elCaribe contabilizó siete proyectos que fueron dejados a medio hacer, que permanecen cercados, y hoy sólo son útiles para la colocación de vallas publicitarias, donde también se promueven figuras de la política nacional.
Algunos proyectos de capital privado abortaron en su etapa inicial de construcción. Al lado de esos proyectos natimuertos, crecieron otros, cuyos propietarios y promotores han recibido el fruto de su inversión. En su mayoría, estos proyectos son bien conocidos por la población, debido a que están a la vista de todos, a orillas de avenidas importantes, incluso en zona de exuberante atractivo turístico.
Algunos tienen tanto tiempo abandonado que desde mediado de la década de los 90 hasta la fecha, publicaciones periodísticas registraban su paralización. De los pocas que alcanzaron importantes avances se sitúan en la avenida George Washington, próximo a la Máximo Gómez (El malecón de Santo Domingo).
Dos imponentes edificios continúan allí como torres inertes de color gris. De éstos, el más conocido, por la controversia que desencadenó, fue el proyecto Hotel Grand Prado, la más antigua de las edificaciones paralizadas de inversión privada en la capital.
El inicio de su construcción se remonta a principios de los 90. La edificación alcanzó 18 pisos. Para aquel entonces, se trataba de un ambicioso proyecto hotelero cinco estrellas de 254 habitaciones, con un centro de convenciones, restaurante de lujo, nightclub y casino con bar incluido, promovido por el Banco del Comercio Dominicano. En el año 1999 fueron retomados los trabajos de construcción, luego de años paralizado, según registra la prensa.
El estéril proyecto fue polémica luego de que el empresario, y hasta hace un mes, director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), Miguel Pimentel Kareh, quien alega adquirió la propiedad en 1998, acusara al gobernador del Banco Central, Valdez Albizu, y dos funcionarios de buscar apropiarse de la edificación, alegando una supuesta acreencia con la entidad bancaria.
Para agosto del año 2000 se esperaba su apertura, pero han pasado 15 años y la obra continúa siendo un edificio sin terminación, aparentemente condenado a la demolición.
Su construcción vecina, de igual magnitud, también quedó en el mismo estado de paralización. Entretanto el área de parqueos es utilizada para estacionar los vehículos de quienes visitan la plaza Güibia, inaugurada en noviembre del 2011.
Situación económica atrasa proyecto
Mientras que el plan de construir una megaplaza, que recibiría el nombre de Caribbean Mall, ubicada entre las avenidas John F. Kennedy con Lope de Vega, solo llegó a ser una gran excavación, donde hoy crecen plantas silvestres.
El proyecto, que tiene 13 años de iniciado, estuvo bajo la responsabilidad de la constructora Modesto.
De acuerdo a una publicación del 2006, la empresa atribuía el retraso en la obra a la devaluación del peso, incremento del tipo de cambio a 60 pesos por un dólar, altas tasas de interés, hasta 40%, altos precios de materiales de construcción, situación que vivió el país desde 2001 al 2003, afectando al sector construcción.
Otro proyecto paralizado, cuya propiedad se atribuye a un prominente constructor y dirigente político, se ubica en la John F. Kennedy esquina Máximo Gómez.
El intento por construir la plaza comercial Mundo Mall se paralizó en la formación de tristes líneas de block, actualmente, casi tapadas por los arbustos que han crecido allí. Uno que no llegó a su final está en la calle Paseo de los Locutores esquina Bohechío, en el ensanche Quisqueya.
Construcción de peligro público
Entretanto, capas de óxido cubren las varillas colocadas en las columnas que sustentarían La Torre Inteligente, en la intersección Abraham Lincoln con Jacinto Mañón.
El espacio está cubierto por árboles de notable tamaño. La acera que limita con la última vía constituye un peligro para los transeúntes, ya que una parte de ésta se encuentra prácticamente al vacío, la misma presenta un agujero que permite ver el precipicio.
Y así, varios proyectos con fines comerciales de capital privado, que prometían ampliar la oferta en el mercado y generar cientos de empleos, quedaron suspendidos sin, hasta ahora, proyectar una intención de retomarse.
En un recorrido por el Distrito Nacional y Santo Domingo Oeste, elCaribe contabilizó siete proyectos que fueron dejados a medio hacer, que permanecen cercados, y hoy sólo son útiles para la colocación de vallas publicitarias, donde también se promueven figuras de la política nacional.
Algunos proyectos de capital privado abortaron en su etapa inicial de construcción. Al lado de esos proyectos natimuertos, crecieron otros, cuyos propietarios y promotores han recibido el fruto de su inversión. En su mayoría, estos proyectos son bien conocidos por la población, debido a que están a la vista de todos, a orillas de avenidas importantes, incluso en zona de exuberante atractivo turístico.
Algunos tienen tanto tiempo abandonado que desde mediado de la década de los 90 hasta la fecha, publicaciones periodísticas registraban su paralización. De los pocas que alcanzaron importantes avances se sitúan en la avenida George Washington, próximo a la Máximo Gómez (El malecón de Santo Domingo).
Dos imponentes edificios continúan allí como torres inertes de color gris. De éstos, el más conocido, por la controversia que desencadenó, fue el proyecto Hotel Grand Prado, la más antigua de las edificaciones paralizadas de inversión privada en la capital.
El inicio de su construcción se remonta a principios de los 90. La edificación alcanzó 18 pisos. Para aquel entonces, se trataba de un ambicioso proyecto hotelero cinco estrellas de 254 habitaciones, con un centro de convenciones, restaurante de lujo, nightclub y casino con bar incluido, promovido por el Banco del Comercio Dominicano. En el año 1999 fueron retomados los trabajos de construcción, luego de años paralizado, según registra la prensa.
El estéril proyecto fue polémica luego de que el empresario, y hasta hace un mes, director de la Oficina de Ingenieros Supervisores de Obras del Estado (OISOE), Miguel Pimentel Kareh, quien alega adquirió la propiedad en 1998, acusara al gobernador del Banco Central, Valdez Albizu, y dos funcionarios de buscar apropiarse de la edificación, alegando una supuesta acreencia con la entidad bancaria.
Para agosto del año 2000 se esperaba su apertura, pero han pasado 15 años y la obra continúa siendo un edificio sin terminación, aparentemente condenado a la demolición.
Su construcción vecina, de igual magnitud, también quedó en el mismo estado de paralización. Entretanto el área de parqueos es utilizada para estacionar los vehículos de quienes visitan la plaza Güibia, inaugurada en noviembre del 2011.
Situación económica atrasa proyecto
Mientras que el plan de construir una megaplaza, que recibiría el nombre de Caribbean Mall, ubicada entre las avenidas John F. Kennedy con Lope de Vega, solo llegó a ser una gran excavación, donde hoy crecen plantas silvestres.
El proyecto, que tiene 13 años de iniciado, estuvo bajo la responsabilidad de la constructora Modesto.
De acuerdo a una publicación del 2006, la empresa atribuía el retraso en la obra a la devaluación del peso, incremento del tipo de cambio a 60 pesos por un dólar, altas tasas de interés, hasta 40%, altos precios de materiales de construcción, situación que vivió el país desde 2001 al 2003, afectando al sector construcción.
Otro proyecto paralizado, cuya propiedad se atribuye a un prominente constructor y dirigente político, se ubica en la John F. Kennedy esquina Máximo Gómez.
El intento por construir la plaza comercial Mundo Mall se paralizó en la formación de tristes líneas de block, actualmente, casi tapadas por los arbustos que han crecido allí. Uno que no llegó a su final está en la calle Paseo de los Locutores esquina Bohechío, en el ensanche Quisqueya.
Construcción de peligro público
Entretanto, capas de óxido cubren las varillas colocadas en las columnas que sustentarían La Torre Inteligente, en la intersección Abraham Lincoln con Jacinto Mañón.
El espacio está cubierto por árboles de notable tamaño. La acera que limita con la última vía constituye un peligro para los transeúntes, ya que una parte de ésta se encuentra prácticamente al vacío, la misma presenta un agujero que permite ver el precipicio.
Y así, varios proyectos con fines comerciales de capital privado, que prometían ampliar la oferta en el mercado y generar cientos de empleos, quedaron suspendidos sin, hasta ahora, proyectar una intención de retomarse.
Alcaldía dice no abandonó proyecto
Las edificaciones abandonadas se expanden a Santo Domingo Oeste. En la prolongación 27 de Febrero esquina María Trinidad Sánchez se aprecia una construcción con paredes altas. Los moradores del sector Loyola creen que se trata de un proyecto del ayuntamiento.La alcaldía lo desmiente. De acuerdo a la encargada de comunicaciones, Domy Mosquea, de la alcaldía de esa demarcación, la propiedad, que luce descuida, es de inversión privada. Lugareños tienen años viendo la construcción abandonada, mientras un proyecto habitacional se construyó detrás de ella.FUENTE EL CARIBE
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