Integrantes del personal de Telecentro y RNN, canales 13 y 27 respectivamente, tras el traspaso de estos a manos de un reconocido empresario del país, exigen el pago de sus prestaciones laborales por tiempo de servicios, muchos de ellos con cerca de 20 años.
El grupo explicó en un comunicado que esperan se respete lo consignado en las sentencias dictadas, según ellos, a su favor, por las instancias legales correspondientes, ante demandas legales interpuestas por violación al ordenamiento laboral vigente en República Dominicana.
En una transacción en la que se conocen pocos detalles, ambos canales televisivos fueron adquiridos por Juan Ramón Gómez Díaz, quien según explicó el director de Telecentro, Héctor Tineo, el empresario “en breve asumirá la administración y operación”.
El documento, que representa los intereses de los empleados fue entregado a la administración y está firmado por los periodistas Guillermo Tejeda, director de prensa; Miguel Ángel Núñez, jefe de información, Napoleón de la Cruz y Lisette Selmán y Miguel Susana
Según se informó, el empresario adquiriente dice que no tiene que ver con el pago del pasivo laboral (las prestaciones), porque el compró a la comisión liquidadora de Baninter.
A continuación el documento íntegro del grupo de empleados:
Nosotros, integrantes del personal de Telecentro y RNN que durante los últimos 20 años hemos sido partícipes de las diferentes etapas de estas empresas, desde las más luminosas hasta las de mayor incertidumbre, cuando fuimos objeto de un embargo legal a raíz de la liquidación del Grupo Intercontinental BANINTER, queremos fijar nuestra posición en virtud de las negociaciones que se estarían llevando a cabo para traspasar ambos canales a grupos empresariales, hasta el momento no revelados a los suscribientes de este documento.
De hecho, en lo que respecta a Telecentro, empresa a la que hemos pertenecido durante el tiempo mencionado, hemos sabido de su supuesta venta por fuentes externas y no por la Administración ni por la garante designada, que es la Comisión Liquidadora de Bienes Incautados del Banco Central, lo que constituye una falta a nuestros derechos y a nuestra dignidad.
Lo primero es nuestra irrenunciable actitud de defensa a los derechos adquiridos por nosotros, tales como las prestaciones laborales por años de servicios, entregados a ambos canales durante el tiempo más arriba citado y lo consignado en las sentencias dictadas a nuestro favor por las instancias legales correspondientes, ante demandas legales interpuestas por violación al ordenamiento laboral vigente en República Dominicana, como consta en los documentos en nuestras manos.
Reconocemos el derecho que tienen nuestras autoridades de vender, arrendar o alquilar los precitados bienes para cubrir el pasivo dejado por el quebrado grupo empresarial que regenteó los canales para los que actualmente laboramos.
Pero ello jamás podrá hacerse en desconocimiento de nuestros derechos por los años de entrega para el mantenimiento de las empresas.
Queremos hacer notar que nunca nos hemos constituido en un obstáculo, ni en piedra de escándalo cuando las dificultades nos han acogotado, a veces hasta con cuatro quincenas adeudadas.
Tampoco hemos puesto reparos para que nuestras autoridades decidan el destino que deben correr Telecentro y RNN, porque esas no son atribuciones de nuestra incumbencia; pero llama la atención y hasta indigna la ausencia de información hacia nosotros como parte integral de las empresas, a las cuales hemos mantenido en competencia con otras que no padecen las limitaciones que sufrimos por el trance por el cual atravesamos.
Reiteramos nuestro tradicional espíritu de colaboración para cualquier determinación en que incurra el ente rector de las empresas de comunicación, siempre que se hagan apegadas a un espíritu de respeto a la ley y de garantía al derecho a defender los intereses adquiridos. Pero al mismo tiempo reclamamos respeto a nuestra calidad profesional y a lo que ha sido incluso un acto de valentía de nuestra parte al permanecer y defender estos canales que han sido vejados y olvidados con su personal incluido.
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