El tono de la funcionaria fue diferente al empleado el jueves en rueda de prensa, cuando intentó quitar importancia a los comentarios de Clinton, publicados el martes por la revista "The Atlantic", donde señaló que la situación de los derechos humanos en China era "deplorable".
Clinton calificó como una "misión de locos" los intentos del régimen chino por "frenar el curso de la historia" hacia una democracia con su actual campaña de represión de la disidencia, en la que cientos de activistas, abogados, intelectuales y artistas han sido detenidos, entre ellos uno de los diseñadores del Estadio Olímpico, Ai Weiwei.
Esta campaña de detenciones, calificada por analistas y grupos de derechos humanos como la más feroz desde hace una década, se inició en febrero, cuando llamadas anónimas e infructuosas en internet instaron a la población china a participar en una "revolución jazmín", en un intento por emular de forma pacífica la "primavera árabe".
"Cualquier intento de promover las revueltas de Oriente Medio en China y cambiar el camino del desarrollo escogido por el pueblo chino será inútil", concluyó la portavoz Jiang en su comunicado.
A pesar de que las convocatorias anónimas no consiguieron apoyo popular, el régimen chino cargó contra la prensa extranjera por tratar de cubrir esa noticia y reforzó una campaña represiva que se inició en octubre, cuando se hizo pública la concesión del Premio Nobel de la Paz al preso político chino Liu Xiaobo.
Cientos de abogados, activistas y recientemente religiosos protestantes han sido detenidos, acosados, interrogados, retenidos en sus domicilios o han desaparecido desde febrero, mientras que ciberataques procedentes de China han bloqueado la plataforma creada en Change.org por museos de todo el mundo para pedir la liberación de Ai, detenido desde el 3 de abril.
No hay comentarios:
Publicar un comentario