La Fundación Corripio depositó una ofrenda floral en la remodelada Plaza del Inmigrante con motivo a celebrarse ayer el Día del Inmigrante, el cual fue instituido por decreto el 29 de mayo de 2001.
La actividad fue encabezada por el presidente de la fundación, José Luis Corripio Estrada (Pepín), a la que asistieron, además, historiadores y representantes del cuerpo diplomático acreditados en el país.
Esta plaza, situada frente al Centro Olímpico, en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Ortega Gasset, fue donada a la ciudad de Santo Domingo por la Fundación Corripio e inaugurada el 18 de diciembre de 1989, con la presencia del entonces presidente de la República Joaquín Balaguer.
La plaza y la estatua fueron diseñadas por el inmigrante español Antonio Prats Ventós, quien adquirió la nacionalidad dominicana.
Ha sido reproducida en la entrada del puerto turístico de San Juan, Puerto Rico; y en la Villa Pola de Allande, en Asturias, España.
El discurso del acto estuvo a cargo del ex ministro de Educación y asesor de la fundación, Jorge Tena Reyes, quien hizo un recuento de la migración hacia este territorio dando lugar a lo que hoy conocemos como República Dominicana.
Apuntó que somos una isla con un crisol de raza y lengua, aunque sea el español la lengua madre.
Del mismo modo, explicó que incluso el padre de la patria Juan Pablo Duarte era un criollo hijo de inmigrantes españoles.
Mientras que Corripio, hijo de inmigrantes españoles, expresó que todo habitante de República Dominicana tiene un origen migratorio, ya sea cercano o lejano.
Corripio estuvo acompañado de sus hijos Manuel y José Alfredo Corripio Alonso.
Asistieron el embajador y el cónsul de España, Diego Bermejo y Manuel Lorenzo; Américo Mauro Araujo, embajador de El Salvador; Domingo Ja, consejero de la embajada de Taiwán; Joaquín De Ramón, presidente de la Casa España y el abogado Julio César Castaños Guzmán.
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