Viena, (EFE).- El Continente Americano tiene la mayor tasa de homicidios por arma de fuego del mundo y en Centroamérica las muertes violentas alcanzan niveles alarmantes, “cercano a un punto de crisis”, denunció hoy un estudio de Naciones Unidas. En todo el mundo se produjeron 468.000 todo tipo de homicidios en 2010, de los que un 36% se cometieron en África, un 31% en el continente Americano, el 27% en Asia, el 5% en Europa, y el 1% en Oceanía, según el “Estudio global sobre homicidios” difundido por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD). Si se ajustan las cifras a la población de cada región, la ONU localiza las mayores tasas de homicidios en África, con 17 muertes por cada 100.000 habitantes, y América con 16, doblando la media global de 6,9 homicidios por ese espectro de población. A mucha distancia se sitúan Asia, Europa y Oceanía, con cifras de entre 3 y 4 homicidios por cada 100.000 habitantes. El 80% de los autores y víctimas de homicidios son hombres. América es la primera región del mundo en muertes por armas de fuego, ya que contabilizan el 74% de los homicidios, mientras que en Europa representan el 21%. Las estadísticas de la ONU subrayan que América Central y el Caribe son la únicas regiones del mundo en las que aumentó el número de homicidios desde 1995.
Como ejemplo, el informe afirma que en América Central uno de cada 50 hombres mayores de 20 años morirá antes de alcanzar los 31 años, una tasa 400 veces mayor que en algunas partes de Asia o Europa. Los países latinoamericanos con mayores tasas de homicidio son El Salvador, Honduras, Guatemala, Venezuela, Colombia, Brasil y México. En el caso de México, “los homicidios se concentran en un pequeño número de estados- Chihuahua, Sinaloa, Guerrero y Baja California, que representan aproximadamente el 11 por ciento de la población, pero registró un 41 por ciento del total de los homicidios en 2010”, indica la ONU. También se establece “un vínculo claro entre el crimen y el desarrollo. Los países con amplias disparidades de ingresos tienen cuatro veces más probabilidades de resultar afectados por delitos violentos que las sociedades más equitativas".
Y en el caso concreto de América Latina, “el crimen organizado, tienen un desproporcionado papel en el impulso de la tasa de homicidios” y llega a representar una cuarta parte del total de las muertes por arma de fuego. También a escala global se pueden establecer claras diferencias por sexos, ya que el riesgo de morir en un homicidio es mucho mayor para un hombre (11,9 personas por 100.000) que para una mujer (2,6 personas por cada 100.000). Según la ONU, los hombres jóvenes entre 20 a 29 años que viven en ciudades son los que más probabilidades tienen de morir de forma violenta (con una tasa de 21,1 por cada 100.000). Y mientras que los hombres mueren en su inmensa mayoría en espacios públicos, las víctimas femeninas son asesinadas en su mayor parte dentro del hogar, indica la ONU. En Europa, la mitad de todos los homicidios que tenían como víctima a una mujer los cometió algún miembro de su familia, y la mayoría de las víctimas mortales en la pareja y la familia, son femeninas. “Los datos disponibles para Europa, por ejemplo, demuestran los diferentes patrones de violencia mortal que afecta a las mujeres y los hombres- en 2008 la mitad de las víctimas femeninas fueron asesinadas por miembros de la familia, mientras que sólo el 5 por ciento de todas las víctimas de sexo masculino fueron asesinados por parejas o ex parejas”, concluye la ONU. EFE
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