Virgilio Liriano Hernández, el hombre agredido durante la caravana encabezada el pasado domingo por el presidente Leonel Fernández, aclaró ayer que nunca fue golpeado con una pistola por miembros de la seguridad del mandatario ni que se le haya zafado una botella de agua ante la emoción de ver al jefe del Estado, como dijeron supuestos testigos del hecho.
Liriano Hernández dijo que estaba justo al lado del vehículo donde viajaba Fernández y declaró no saber quien lanzó la botella de vidrio que lo impactó en la cabeza, una herida de la que recibió siete puntos.
Explicó que él mismo se dirigió al Centro Médico donde le dieron los puntos de fisura y que luego de eso no se reincorporó a la actividad, como había dicho la Policía. Liriano Hernández estuvo ayer en el Palacio de la Policía para aclarar lo sucedido y dijo que es procedente del sector Simón Bolívar y un activo dirigente político, miembro del comité intermedio Francisco Alberto Caamaño.
En tanto, el vocero de la Policía, general Máximo Báez Aybar, dijo que continúan las investigaciones del hecho y que ya fue apresada una tercera persona que supuestamente compartía junto a los dos hombres que fueron detenidos el mismo día de la caravana, sospechosos de haber lanzado la botella.
El detenido ayer tarde Juan Carlos Jiménez Rodríguez, de 33 años, quien se encuentra en la Dirección Central de Inteligencia (DINTEL) junto a Julio César Marte, de 42 años y Olmedo Paula Marte, de 47 años, a quienes le ocuparon un vegetal, presumiblemente marihuana.
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