Marta Hurtado Ginebra, 2 de Mayo (EFE).- Tras haber ayudado a introducir ocho vacunas en 73 países en desarrollo en una década, la Alianza Mundial para la Vacunación y la Inmunización (GAVI) está lanzando ahora el proceso para poder introducir la vacuna contra el papilomavirus humano (HPV), que mata a más de 275.000 mujeres al año.
“El HPV es uno de los virus más virulentos. Mata cada año a más de 270.000 mujeres, una cifra que va en aumento. En los países en desarrollo es un problema enorme, porque no existen ni intervenciones para prevenirlo ni cura”, explicó en una entrevista con Efe el director ejecutivo de GAVI, Seth Berkley.
En los países desarrollados, la visita anual al ginecólogo que realizan la mayoría de mujeres permite detectar anomalías, entre ellas la presencia y virulencia del HPV, realizar un diagnóstico y aplicar un tratamiento para curarlo. Un patrón de actuación que no existe en los países en desarrollo, por lo que el cáncer, si se detecta, ya está en un estado muy avanzado y es muy difícil luchar contra él. De hecho, el 85 por ciento de las 275.000 muertes anuales causadas por el HPV suceden en países en desarrollo.
“Por estas razones, si bien la vacuna es muy importante para todo el mundo, es mucho más para los países en desarrollo”, aseveró Berkley. No obstante, la introducción de la vacuna del HPV en los sistemas nacionales de inmunización es más complicada que con otras vacunas porque ésta debe administrarse a niñas preadolescentes y no a bebés, como es más usual. “Es por ello que a los países que no tienen experiencia en vacunar a adolescentes les pediremos que lleven a cabo un proyecto piloto.
Escojan un barrio, demuestren que pueden vacunar al 50 por ciento de las niñas, tanto dentro como fuera de la escuela, etc, para demostrar que son capaces de implementar un plan a nivel nacional". No obstante, GAVI ve la “anomalía” de vacunar a adolescentes como una “oportunidad” para lograr otras intervenciones. “En la sesión de vacunación se puede aprovechar para hacer educación salud materno-infantil, planificación familiar” y otras acciones.
La vacuna del HPV fue introducida en 2006 por primera vez en Estados Unidos y Canadá; cinco años después, 37 países en el mundo la habían incorporado a sus programas nacionales de vacunación, incluyendo algunos que hasta la fecha sólo han aplicado programas piloto, como la India, Perú, Uganda y Vietnam. Otras naciones en desarrollo, como Nigeria o Tanzania, están organizándose para introducir la vacuna del HPV lo antes posible porque sus gobiernos son conscientes de su vital importancia.
En Tanzania el cáncer de cuello de útero es la causa de más del 50 por ciento del total de muertes de mujeres por cáncer. GAVI ha lanzado ya el proceso para que los países interesados pidan ayuda para implementar el programa de vacunación; las naciones tienen hasta el 31 de agosto de este año para presentar su candidatura, en la que se pedirá el resultado concreto del proyecto de demostración.
Como estaba previsto, los países que hasta la fecha han mostrado su interés provienen de Sudamérica, África, Asia central y del sur, y el sudeste asiático. Los resultados se conocerán a finales de diciembre y se espera que a principios de 2013 los países comiencen a recibir las vacunas.
Como es un producto nuevo, la vacuna es muy cara -130 dólares por dosis y son necesarias tres dosis para ser efectiva- pero GAVI ha logrado un precio de 5 dólares por dosis. “Esperamos que una vez que la demanda aumente consigamos un mejor precio”, auguró Berkley, confiando en la bondad de las farmacéuticas y el compromiso de algún nuevo donante. Los expertos predicen que si no se actúa con prontitud, el cáncer de cuello de útero podría matar en 2030 a 430.000 mujeres. EFE
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