La enfermera que fue víctima de una broma radiofónica sobre Cataliana, la esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra, fue hallada ahorcada tres días después del incidente, según el examen forense hecho público hoy en Londres.
Jacintha Saldanha, de 46 años, atendió por teléfono a dos locutores de radio australianos que se hicieron pasar por la reina Isabel II y el príncipe Carlos, y transfirió la llamada a otra enfermera del hospital King Edward VII de la capital británica para que les informara sobre el estado de la duquesa de Cambridge, ingresada en el centro por fuertes náuseas debidas a su embarazo.
Saldanha, madre de dos hijos, escribió tres notas antes de que una compañera y un guardia de seguridad la encontraran muerta en una dependencia destinada a enfermeras el pasado día 7, según dio a conocer la investigación desarrollada por la Corte de Westminster.
Scotland Yard investigará ahora las llamadas telefónicas y los correos electrónicos de Saldanha para tratar de arrojar luz sobre su muerte, afirmó el inspector de Scotland Yard James Harman.
En una vista que duró unos pocos minutos, el responsable de la investigación policial explicó a la juez forense, Fiona Wilcox, que se mantendrá contacto con las fuerzas de seguridad australianas para que recojan declaraciones de testigos que puedan ayudar a aclarar las circunstancias de la muerte de la enfermera.
La enfermera "fue hallada por una compañera y un miembro del equipo de seguridad. Tristemente, fue encontrada ahorcada. También tenía heridas en la muñeca", describió Harman.
"El servicio de ambulancias de Londres fue alertado. En este momento no existen circunstancias sospechosas" alrededor del suceso, subrayó el responsable policial.
El próximo sábado, se celebrará en la Catedral de Westminster, en Londres, una ceremonia en memoria de la enfermera, cuya muerte provocó que los locutores de la emisora australiana 2Day FM que hicieron la broma se declararan "destrozados" por lo ocurrido.
Tras conocerse la muerte de Saldanha, el hospital afirmó que la enfermera no fue sancionada en su día, mientras que portavoces de la familia real británica señalaron que no habían presentado ninguna queja al centro médico por haber divulgado información sobre el estado de Catalina.
"Todo lo contrario, ofrecimos nuestro total y más sincero apoyo a las enfermeras y al personal sanitario en todo momento", sostuvo el palacio de St James, residencia oficial de los duques.
La duquesa Catalina fue ingresada el pasado 3 de diciembre por fuertes náuseas y vómitos, lo que precipitó que la familia real británica hiciera público su embarazo.
La esposa del príncipe Guillermo dará a luz en 2013, en un mes todavía por determinar, a un niño o una niña que se convertirá en el tercero en la línea de sucesión al trono británico.DE EFE
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