El exdirector de Operaciones de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), coronel Francisco Antonio Hiraldo Guerrero, acepó hoy irse voluntariamente en extradición hacia los Estados Unidos, para responder por los cargos de narcotráfico que pesan en su contra en una Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Cuando los jueces de la Segunda Sala Penal de la Suprema Corte de Justicia iniciaban la audiencia de solicitud de extradición del general, puesto en retiro, Hiraldo Guerrero, su abogado Ramón Pina Acevedo, expresó al tribunal que su entrega voluntaria no era muestra de culpabilidad, sino más bien su deseo de demostrar su inocencia.
"Declaro que es mi deseo irme voluntariamente, no he recibido presión ni he sido constreñido para decidir irme voluntariamente", expresó Hiraldo Guerrero en el tribunal.
A los jueces Miriam Germán Brito, quien preside el tribunal, y Frank Soto les llamó la atención la forma como Hiraldo Guerrero aceptó su entrega, en razón de que, según ellos, sus palabras expresaban una cosa y su rostro otra.
Esto se produce en virtud de un gesto de disgusto que, según Germán Brito y Soto, hizo Hiraldo Guerrero, cuando se le preguntó que si aceptaba su entrega voluntaria.
Germán le observó que, sin embargo, su “lenguaje corporal” decía otra cosa, a lo que respondió que no era así, por lo que reiteró que su entrega era voluntaria.
Hiraldo Guerrero fue arrestado debido a una solicitud de extradición por parte de una corte de Nueva York en donde tiene cuatro cargos por narcotráfico en hechos ocurridos supuestamente desde el 2001 al 2009, “en donde contravino el deber que le imponía su posición pública, constituyéndose en agente del narcotráfico internacional”, según las autoridades.
El tribunal lo integran, además, Esther Agelán Casasnova y Alejandro Moscoso Segarra.
El informe de solicitud de extradición especifica que al menos cuatro testigos, entre ellos tres que se han declarado culpables en los Estados Unidos, han detallado la forma en que Hiraldo Guerrero, daba protección para el ingreso exitoso de droga a República Dominicana, facilitando posteriormente su salida hacia territorio estadounidense.
Hiraldo Guerrero, quien pertenecía a la Marina de Guerra, estuvo adscripto a la DNCD durante 14 años, ocupando importantes puestos, entre ellos, jefe de operaciones.
De acuerdo al expediente acusatorio, uno de los testigos habla de unos 25 viajes con promedio de 400 kilogramos de cocaína durante el período 2007-2009 , lo cual le representaba un beneficio económico de 100 mil dólares por viaje.
Dentro de los testimonios refieren que en el 2008, el general retirado Hiraldo Guerrero le dijo que “para proteger un cargamento específico de 700 kilogramos de cocaína, él prefería recibir el pago en droga, en lugar del dinero, ya que contaba con medios para enviarla a territorio americano y obtener así su mayor beneficio”.
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