Decenas de familias de La Barquita, de Los Mina, despertaron esta madrugada con sus casas inundadas por la crecida del río Ozama, lo que obligó a muchas personas a refugiarse en casas vecinas y en los albergues habilitados por la junta de vecinos. Mientras en La Barquita la situación es tensa y sus moradores se preparan para irse a lugares seguros, en La Ciénaga, El Dique de Félix Benítez, Rivera del Ozama y otros, la crecida por la tormenta Chantal tiende a normalizarse.
Moradores de Las Latas y La Lechuga, de La Barquita, dijeron que se levantaron apresuradamente debido a que las aguas del río Ozama habían penetrado silenciosamente a decenas de viviendas.
Dijeron que de inmediato se formó una cadena de información y la noticia de la crecida del río se difundió por todo el sector, abarcando desde Las Latas y La Lechuga hasta la San José y la Milagrosa.
Eridania Rosario Marcelo, presidenta de la junta de vecinos Agustina Berberé, y Nicolás Benavides, presidente de la junta de vecinos La Milagrosa, se pusieron en movimiento y organizaron el traslado de las familias afectadas hacia los refugios.
Otras familias se negaron a dejar sus casas, pese a la penetración de las aguas a las mismas.
Antes de las 6:00 de la mañana muchas personas ya habían sacado sus camas, televisores, neveras, estufas, ropas y otras pertenencias.
Un residente de La Barquita, que no quiso identificarse, sacó hacia un lugar más seguro, más de 15 gallos de pelea, que son todo su patrimonio.
“Tuve que sacarlos para que no se me ahogaran”, dijo el hombre con un acento propio de los sanjuaneros.
Otros residentes en el sector no acudieron hoy a sus labores habituales en los mercados, cargando sacos, en el motoconcho, y en el transporte público de pasajeros, para cuidar sus propiedades.
Nicolás Benavides, dirigente comunitario de la Milagrosa, explicó que los problemas en La Barquita no surgen cuando llueve en la capital, sino cuando llueve en la cabecera del río Ozama.
Dijo que en 33 años de experiencia viviendo en el lugar sabe cuándo hay problemas, debido a las aguas sucias y la basura que arrastra el río.
De su lado la señora Eridania Rosario Marcelo, de la junta de vecinos Agustina Berberé, dijo que a pesar de la crecida del río todo está listo para ayudar a quienes lo necesiten.
Informó que los Comedores Económicos están llevando raciones alimenticias para los refugiados y que el síndico Juan de los Santos llenó los tanques de gas propano de las estufas que se usan para cocinar la comida de las personas afectadas por la crecida del río.
Resaltó la ayuda que ha brindado la Policía Nacional, Salud Pública, la Presidencia de la República, Defensa Civil y el Centro de Operaciones de Emergencia.
Rosario Marcelo explicó que disponen de una buena cantidad de lonas, para proteger a un elevado número de personas si es necesario.
Aseguró que la tormenta tropical Chantal no afectó directamente al país, pero puso a prueba los mecanismos de respuesta con que cuenta la comunidad y de las entidades del Gobierno de República Dominicana.
UN APUNTE
Moradores vigilantes
Moradores de la Barquita, de Los Mina, se mantenían vigilantes hoy de la crecida del río Ozama, que esta madrugada obligó a levantarse en forma apresurada a decenas de residentes del sector.
Varias familias permanecen en sus casas mientras las aguas suben.
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