Moradores de La Barquita, La Ciénaga, La Javilla, Rivera del Ozama y otras zonas vulnerables de Santo Domingo, permanecían esta mañana en sus hogares en espera de las orientaciones de las autoridades de socorro con motivo de la tormenta Chantal. Muchos residentes en La Barquita, en Los Mina, rehusaban salir de sus viviendas alegando que por el momento la crecida del río Ozama no representa peligro para los habitantes del lugar.
Mientras tanto la señora Eridania Rosario Marcelo, presidenta de la junta de vecinos Agustina Berberé, calzando botas altas de goma y con un megáfono, daba las instrucciones a los residentes en el lugar para evitar pérdidas humanas.
Rosario Marcelo abrió el primer refugio de La Barquita, en el centro comunitario de la capilla San José, para que las familias afectadas por la lluvia pudieran refugiarse en el lugar.
Igual actividad realizaba Nicolás Benavides, presidente de la junta de vecinos del sector La Milagrosa, para que ninguna persona resultara afectada.
Muchos moradores de La Barquita dijeron que esperarán hasta después del mediodía para decidir si van a los refugios mientras se sienten los efectos de la tormenta tropical Chantal.
En tanto que moradores de La Javilla, en Sabana Perdida, La Ciénaga y la Rivera del Ozama, permanecían tranquilas en sus viviendas sin intentar salir hacia los refugios.
Pese a que la situación del tiempo tiende a mejorar los socorristas de la Defensa Civil, de la Cruz Roja y de otras instituciones se mantenían alerta para prestar ayuda a las familias que lo requirieran.
Muchos residentes en los sectores vulnerables no realizaron hoy sus actividades habituales debido al aviso de tormenta.
En La Barquita muchos de los residentes del lugar se ganan la vida cargando sacos en los mercados de Sabana Perdida, Los Mina y en el mercado de la avenida Duarte.
Hoy decidieron permanecer en sus casas mientras se sienten los efectos de la tormenta tropical Chanta
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