El procurador fiscal de Samaná, Robert Francis Justo Bobadilla fue sometido al Consejo Disciplinario del Ministerio Público, acusado de faltas graves y de varias denuncias que incluyen agresiones verbales, acoso sexual y otras supuestas inconductas.
La acusación disciplinaria fue hecha por el procurador general adjunto e inspector general del ministerio público Bolívar R. Sánchez Veloz y por el procurador general de la Corte de Apelación del Distrito Nacional y de la Inspectoría General del Ministerio Público, Domingo Cabrera Fortuna. Por tal motivo pidieron que se conozca el Juicio Disciplinario en contra del imputado por la supuesta comisión de faltas graves y muy graves, previstas y sancionadas en el artículo 91 en sus numerales 1, 2 y 13; articulo 92 en sus numerales 3, y 8, de la ley Orgánica del Ministerio Público Núm. 133-11, así como los artículos 10 en sus numerales 1, 2, 13, y 11 numerales 3, 8, del Reglamento Disciplinario.
En su documento de relación destacaron un presunto manejo arbitrario y las recurrentes conductas libertinas e inmorales en las que incurría el Magistrado en el ejercicio de sus funciones trascendieron el ámbito interno de la institución y motivaron la realización de una exhaustiva investigación.
Esta investigación motivó que en fecha 18 de febrero y 22 de marzo del presente año, se trasladaron los magistrados José Miguel Cabrera y Miriam Cordones, adscritos a la Inspectoría General del Ministerio Público, asistido de Cristóbal Batista Martínez, en su condición de abogado investigador de esta inspectoría, hasta la Jurisdicción de la Fiscalía de Samaná, donde se procedió a recabar testimonios de empleados y usuarios, así como a realizar algunas indagaciones dentro y fuera de la Fiscalía, a fin de ampliar y corroborar las denuncias que se habían recibido en esta Inspectoría General del Ministerio Público.
Explicaron que se pudo comprobar que las denunciantes Ilda Josefina King Kelly, en su condición de abogada, por las constantes presiones psicológicas tuvo que acceder a las pretensiones sexuales del magistrado Robert Justo, hechos estos que ocurrieron en varias ocasiones; el caso de María Loraine Cruz, quien es la coordinadora de la fiscalía de Samaná, afirma que en varias ocasiones estando en la oficina del magistrado Robert Justo este cerraba la puerta con seguro, y aprovechaba que estaban a solas donde procedía a sacar su pene y masturbarse en su presencia; la secretaria Flor Ilandia Johnson manifiesta que el magistrado Robert justo vivía en constante acoso sexual hacia ella, y que esa situación perduró por mucho tiempo, ya que este quería tener relaciones sexuales con ella, llegando a masturbarse en su presencia alegando que sentía una atracción muy fuerte, y que esto siempre ocurrió dentro de la oficina.
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