La academia no puede controlar la situación y pide que intervengan autoridades municipalesSANTO DOMINGO. Con una población estudiantil que ronda los 100,000 inscritos, la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) representa un atractivo mercado para los vendedores ambulantes que han cercado las puertas de acceso de la academia.
En las más concurridas, como las dos de la avenida Correa y Cidrón o la de la Alma Mater, las ofertas de los buhoneros varían desde venta de frutas, comida rápida, hasta accesorios para celulares y libros.
Los puestos de hot dogs y yaroas son los que más han proliferado en el entorno de la academia más antigua del continente, y aunque algunos no cumplen con los estándares sanitarios del Ministerio de Salud Pública, para los estudiantes son una necesidad por las largas jornadas de clases que deben cumplir.
“Nos facilita a nosotros los estudiantes, porque nos queda todo cerca”, expresó la estudiante de Medicina Annys Recio, quien dice no le molesta la presencia de los vendedores en el entorno.
En contraste, Natali Vásquez, también de Medicina, dice no confiar en la preparación en la oferta gastronómica de los buhoneros, y prefiere el comedor universitario. “Los alimentos que venden no tienen las medidas de higiene necesarias”.
Mientras, Juan Carlos Guillén, vendedor de hamburguesas, explica que al no encontrar un empleo que le permitiese mantener a sus cinco hijos, prefirió instalarse allí con un pequeño carro. “Obligao hay que estar en la calle, el que no quiere hacer lo mal hecho”, reflexiona este vendedor quien lleva 17 años en la zona universitaria.
En enero del 2006, el entonces rector Roberto Reyna decidió cerrar las puertas de la Correa y Cidrón por los actos delictivos que se cometían en el entorno, y aunque meses después, en combinación con el Ayutamiento del Distrito Nacional, dispuso el desalojo de los comerciantes, éstos regresaron a los pocos días al lugar, donde han permanecido, y se han multiplicado.
La Dirección de Comunicaciones de la UASD afirma que la academia no está en capacidad de regular o quitar los vendedores, por lo que en varias ocasiones se ha pedido la intervención del ADN.“Economatos” en respuesta
El director de Comunicaciones de la UASD, César Amado Martínez, declara que la universidad no tiene potestad para intervenir en los problemas de los alrededores, y pidió la intervención del ADN. “Es un tema que compete directamente al Ayuntamiento del Distrito Nacional, la universidad no puede hacer gran cosa”, dice el funcionario de la academia, quien añade que para contrarrestar la situación se han ampliado los “economatos” en distintos puntos del campus, donde se ofertan distintos tipos de picaderas. Señala que la propagación de los buhoneros constituye una preocupación, ya que puede encubrir a los malhechores.
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