"Los países no relacionados con la disputa deben respetar los esfuerzos de los países directamente implicados", señaló en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hong Lei, en respuesta a llamadas desde el Senado estadounidense a condenar las acciones de China en el disputado mar.
Hong destacó que los países que se disputan los archipiélagos de la zona (las islas Paracel y las Spratly) deben acudir al diálogo y la negociación, respetando la llamada Declaración de Conducta de las Partes en el Mar del Este de China.
La tensión en la zona en disputa se ha disparado en los dos últimos días, después de que el Gobierno vietnamita permitiera el fin de semana nuevas manifestaciones antichinas en Hanoi y Ho Chi Minh (antigua Saigón) y ayer, lunes, condujera maniobras navales en las proximidades de los archipiélagos en disputa.
Además, Hanoi anunció que próximamente conducirá maniobras navales conjuntas en la misma zona con Estados Unidos, mientras en Washington el senador Jim Webb, director del Comité de Relaciones del Senado con Asia Oriental, pidió al Gobierno norteamericano una actitud más firme contra Pekín por su "uso de la fuerza" en las disputadas islas.
A la hora de comentar estas declaraciones, el portavoz de AAEE chino señaló hoy que "algunos países toman acciones unilaterales para dañar la soberanía china y lanzan comentarios sin fundamento para complicar la disputa".
"Ahí es donde realmente reside el problema", aseguró Hong, quien añadió que China "sólo trata de salvaguardar sus intereses legítimos, sin perjudicar a otros, y de un modo pacífico, sin hacer uso de la fuerza".
En medio de las crecientes tensiones, Filipinas anunciaba ayer, lunes, la decisión de rebautizar el Mar de China Meridional como "Mar Occidental de Filipinas", algo que el portavoz chino también rechazó hoy.
"El nombre de 'Mar de China Meridional' es el más comúnmente usado", subrayó Hong en respuesta a la decisión de Filipinas, país con el que China también ha protagonizado rifirrafes en las últimas semanas a causa de la soberanía de estos archipiélagos.
Las islas Spratly (Nansha para los chinos) son disputadas total o parcialmente por Brunei, China, Filipinas, Malasia, Taiwán y Vietnam, un contencioso que cobró fuerza en los años 80, cuando se descubrieron ricos yacimientos de petróleo y gas en la zona.
En pasadas semanas el Gobierno chino ya protestó por acciones de otros países en el archipiélago, como los intentos de Vietnam de celebrar elecciones legislativas en las islas, o las reclamaciones de soberanía que Filipinas presentó ante las Naciones Unidas en abril.
También las islas Paracel (Xisha en chino), al norte de las Spratly, son reclamadas por China, Vietnam e incluso Taiwán, y fueron uno de los motivos del breve conflicto armado que chinos y vietnamitas mantuvieron en 1974. EFE
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