Frank Herasme aseguró que no continuará en la presidencia de la Federación Dominicana de Baloncesto más allá del 2012 y señaló a Rafael Uribe como su posible sucesor.
“No me voy a reelegir. Lo tengo decidido en términos personales y familiares”, declaró Herasme, quien está al frente de ese organismo desde el año 2000.
Otra razón esgrimida por él para no optar por un cuarto período es que debe darles paso a otros integrantes del comité ejecutivo de Fedombal que aspiran.
“Hay varios integrantes del comité ejecutivo que aspiran, pero aparentemente Uribe va adelante”, indicó.
Herasme dijo que apadrinará a Uribe, tesorero de Fedombal y a quien consideró como “un buen activo”.
Expresó que por ello lo ha llevado de la mano para darlo a conocer entre los dirigentes del interior del país a los que calificó de claves.
Al igual que Frank, ingeniero de profesión, de Uribe se resalta la labor que desempeñó como gerente general del equipo superior del club San Lázaro (2007 y 2008) y luego como presidente de la emblemática entidad (2008-2009).
Desde el pasado año es presidente de la Comisión de Minibasquet de Fiba-Américas, único dominicano miembro de ese organismo.
“En la Fedombal llegó el momento de un relevo. Yo creo que merezco un descanso”, consideró.
Reveló que por ello no participó en las elecciones del Comité Olímpico Dominicano y renunció de Fiba Américas porque tenía la voluntad de no seguir en la presidencia de Fedombal.
De igual forma, Herasme destacó el avance alcanzado este año por la recién finalizada Liga Nacional de Baloncesto.
Saludó el ingreso de connotados empresarios en la entidad que preside el profesor Federico Lalane José.
“El deporte no se desarrolla sin inversión. Yo por eso no creo en ese olimpismo rampante y absurdo”, argumentó.
Dijo que la estructura de la mayoría de los 42 torneos superiores que se montan en el país colapsó y por ello entiende que hay que modificarla.
“Ya eso es insostenible porque debe sustentarse sobre la base de una mejor mercadología. No puede ser una estructura que dependa fundamentalmente del Estado”, subrayó.
Sin embargo, afirmó que de alguna manera el Estado, “por una razón sencilla”, debe participar porque no hay ninguna actividad en el país que reúna noche por noche unos tres mil o cuatro personas en un polideportivo presenciando una actividad recreativa.
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