Roy Halladay llegó a Filadelfia para lanzar en octubre, a sabiendas de que la temporada regular fue una formalidad necesaria.
El primer viaje de Halladay a la postemporada fue muy memorable, aunque terminó en una amarga decepción. El dos veces ganador del premio Cy Young, sus compañeros y casi todo el mundo espera que en los Filis de Filadelfia ganen la Serie Mundial en esta ocasión.
En primer lugar, tienen que vencer a los calientes Cardenales de San Luis en la Serie Divisional de la Liga Nacional. El partido número uno será hoy sábado en el Citizens Bank Park, con Halladay oponiéndose a Kyle Lohse.
“Estábamos ansiosos en los entrenamientos de primavera”, dijo Halladay el viernes. “Sé que hay que jugar 162 partidos y llegar a este punto. Esta es la parte divertida. Estamos deseando que llegue. Obviamente, el objetivo final es ganar una Serie Mundial, pero hemos hecho un montón de grandes cosas este año, y tenemos un gran equipo.
“Creo que a un hombre en el camerino, no hay un tipo que te diría que no estaría decepcionado si no ganamos todo”.
Los equipos tomaron caminos diferentes para llegar aquí. Encabezados por su cuarteto de ases, los Filis cruzaron por su quinto título consecutivo de la División Este de la Liga Nacional, ganando un récord de la franquicia y mejor foja de las Grandes Ligas con 102 partidos.
Los Cardenales necesitaron un colapso increíble de Atlanta y la ayuda de Filadelfia para ganar el comodín. San Luis, estaban a la zaga de los Bravos por 10 juegos y medio el 25 de agosto, pero tuvieron 23-8 en el resto del camino y se pusieron en juego después de 162 partidos cuando los Filis completaron una barrida de tres juegos contra Atlanta.
“Ellos son muy buenos”, dijo el manager de los Filis, Charlie Manuel. “Están jugando bien, sobre todo en las últimos dos o tres semanas, y sin lugar a dudas, tenemos nuestro trabajo hecho. Tres de cinco es una serie corta, y para nosotros jugar con ellos en este momento, tenemos que jugar buen béisbol“.
Halladay también elogió a los Cardenales, calificándolos como un “peligroso” equipo. Sin embargo, el gran lanzador derecho tomó prestada una frase de William Shakespeare para que quede claro que no está intimidado por el dominicano Albert Pujols y el resto de la potente ofensiva de San Luis.
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