Bosch no aceptó la elección de Sánchez Féliz como su compañero de boleta. Exigió a otro candidato, y hasta amenazó con renunciar a la candidatura
SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La división interna que ha llevado a la expulsión del expresidente Hipólito Mejía y de Andrés Bautista de las filas del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), y a la suspensión por dos años de Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez, es la décima gran crisis interna que ha sufrido esa organización, que ha gobernado en cuatro ocasiones y ha ganado seis elecciones, pero ha perdido las última cinco de manera consecutiva.
El Partido Revolucionario Dominicano (PRD), fundado en 1939, en La Habana, Cuba, por exiliados dominicanos que habían escapado de la sangrienta dictadura de Rafael Trujillo, ha estado marcado por las pugnas internas y las divisiones desde su creación.
El grupo fundador original del PRD, el 21 de enero del año 1939, estuvo formado por Juan Bosch, Juan Isidro Jimenes Grullón, Enrique Cotubanamá Henríquez, Ángel Miolán, Nicolás Silfa, Virgilio Mainardi Reyna, Lucas Pichardo, José Manuel Santana (Pipí) y Telma Frías.
Primera división
Poco tiempo después afloraron las diferencias entre Bosch y Jimenes Grullón, y ocasionaron que el segundo desistiese de integrarse al naciente PRD, generándose entre ambos intelectuales un antagonismo político que rayó en lo personal. Jimenes Grullón decidió fundar el partido Alianza Social Demócrata (ASD), que nunca logró constituirse en una fuerza política determinante.
Segunda división
En el año 1961, específicamente el 5 de julio, luego del ajusticiamiento del dictador Trujillo, ocurrido el 30 de mayo, pisó tierra dominicana la denominada avanzada del PRD, integrada por Ángel Miolán, Nicolás Silfa y Ramón A. Castillo.
En esa triada se registró una disidencia poco tiempo después de haber llegado al país, cuando Silfa fue conquistado por Joaquín Balaguer, el presidente de facto que había legado la dictadura, y que le otorgó un nombramiento en el Estado.
Tercera división
Celebrada la convención para elegir los candidatos a la presidencia y a la vicepresidencia para las elecciones del 20 de diciembre de 1962, fueron escogidos Juan Bosch y Buenaventura Sánchez Féliz.
Mejía fue derrotado en las elecciones del 16 de mayo de 2004, fallando en su intento de reelección. Dos días después, el 18 de mayo, su grupo convocó a una reunión y decidió la expulsión de Hatuey De Camps, Rafael Flores Estrella, Felipa Gómez, Henry Mejía y Príamo Medina
Bosch no aceptó la elección de Sánchez Féliz como su compañero de boleta. Exigió a otro candidato, y hasta amenazó con renunciar a la candidatura si el partido no cambiaba a Sánchez Féliz. Fue así como fue escogido el médico Segundo Armando González Tamayo como candidato vicepresidencial, marchándose del PRD el dirigente Sánchez Féliz.
Cuarta división
El 17 de noviembre de 1973, luego de que se profundizaran las diferencias con José Francisco Peña Gómez y otros altos dirigentes, el profesor Juan Bosch renunció al Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Con un pequeño grupo de sus seguidores, el 15 de diciembre de ese mismo año fundó el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En medio de la confusión del momento, el PRD no se ocupó de proteger su Casa Nacional, situada en la avenida Independencia esquina Cervantes, que fue confiscada por el grupo fundador del PLD, pasando a convertirse en la Casa Nacional del PLD.
Quinta división
Entre 1973 y 1978 el PRD sufrió otras divisiones, aunque pequeñas, cuando dirigentes de la talla de Washington De Peña, Pablo Rafael Casimiro Castro, entre otros, abandonaron sus filas para entrar al Partido Reformista, que entonces gobernaba con Joaquín Balaguer como su líder.
Con miras a las elecciones de 1978 el PRD celebró su convención en 1977y resultó elegido candidato presidencial Antonio Guzmán Fernández. Guzmán obtuvo el apoyo de Jacobo Majluta, a quien eligió como candidato vicepresidencial. El otro aspirante fue Salvador Jorge Blanco.
Durante el gobierno de Guzmán (1978-1982) los grupos de internos mantuvieron pugnas por áreas del gobierno y con miras a la candidatura presidencial de 1982. Aunque los guzmanistas más fanáticos trataron de empujar al gobernante hacia la reelección, que entonces estaba permitida de manera ilimitada, éste optó por respetar lo que había sido un principio del PRD y decidió apoyar a Jacobo Majluta, conjuntamente con Vicente Sánchez Baret, mediante la llamada “Unidad de Acero”, para enfrentar a Salvador Jorge Blanco. Pero Jorge Blanco ganó la convención y posteriormente las elecciones de 1982.
En ese año las pugnas también ocasionaron un enfrentamiento entre los aspirantes a la candidatura para la sindicatura de la ciudad capital, todos representantes de grupos. Para evitar la división, Peña Gómez se autoproclamó candidato a síndico, desplazando a los aspirantes Ángeles Suárez, Tonty Rutinel y Winston Arnaud.
Durante la transición, el 4 de julio de 1982, el presidente Guzmán se suicidó de un balazo en la cabeza. Aunque se han tejido muchas especulaciones, se desconocen las verdaderas razones que lo llevaron a quitarse la vida.
Sexta división
Debido a las pugnas internas, el gobierno de Salvador Jorge Blanco, aunque surgió con un gran apoyo popular, se debilitó rápidamente. Desde el Senado de la República, Majluta se convirtió en su principal opositor.
Majluta mantuvo sus aspiraciones y prácticamente empezó la campaña desde que Jorge Blanco se juramentó.
Varios grupos dentro y fuera del PRD montaron una maquinaria de propaganda a favor de Majluta (La Estructura, Proyecto Jacobo 86, etc). Las peleas entre el Ejecutivo y el presidente del Senado llevaron al feo espectáculo de la elección de dos presidentes del Senado, uno era Majluta, y el otro Domingo Tavárez Areché. Esto mantuvo prácticamente paralizadas las labores legislativas, hasta que se buscó una solución negociada con la renuncia de ambos.
En estos años fueron tantos los grupos surgidos dentro del PRD, que los seguidores del líder, José Francisco Peña Gómez, se vieron precisados a formar su propia “tendencia”, el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS).
Llegado el momento de elegir al candidato presidencial del PRD para los comicios de 1986, se celebró la convención en 1985. El grupo del presidente Jorge Blanco apoyó a Peña Gómez para enfrentar a Majluta.
Ambos bandos se acusaban de acciones fraudulentas. El conteo de los votos fue interrumpido cuando un grupo de seguidores de Jorge Blanco, encabezado por Rafael Vásquez (Fiquito) irrumpió fuertemente armado en el centro de cómputos que operaba en el Hotel Dominican Concord. Este bochornoso incidente fue conocido como el “Concordaso”.
Tras meses de impugnaciones y acusaciones entre ambos bandos, el propio presidente Jorge Blanco redactó un documento denominado “Pacto la Unión”.
Mediante este acuerdo, Peña Gómez cedía la candidatura a Majluta, en una admisión implícita de su derrota, pero aseguraba a sus seguidores y a los de Jorge Blanco numerosas candidaturas para los puestos elegibles en el Congreso Nacional y en los ayuntamientos (las tres elecciones se celebraban el mismo día).
Majluta obtuvo la candidatura e incluso la mayoría de votos emitidos en las elecciones.
Pero la división del PRD llevó a que Jorge Blanco ni Peña Gómez le apoyaran de manera decisiva, además de que el propio candidato se sentía tan seguro que no se molestó en buscar la unidad de su partido.
Incluso el PRD aceptó una exigencia del Partido Reformista para anular los votos cuando un votante, por error, marcara al mismo candidato por dos partidos distintos, aunque fueran aliados.
Hasta ese momento se había aceptado que en estos casos se aceptaría como bueno y válido un voto, ya que al marcar al candidato, aunque de manera repetida, se dejaba clara la intención del ciudadano votante.
Majluta, que superó por votos emitidos a Balaguer, con más de 100 mil, debido a estas anulaciones terminó perdiendo del líder reformista por poco más de 30 mil votos.
Séptima división
En el cuatrienio de 1986 a 1990 se profundizaron las contradicciones internas del PRD. Salvador Jorge Blanco y varios de sus funcionarios fueron acusados de corrupción, y condenados. Aunque ninguno terminó cumpliendo por completo la condena, esta mácula hizo mucho daño para las aspiraciones del PRD de retornar al poder.
Mientras Jorge Blanco enfrentaba el proceso judicial, Peña Gómez y Jacobo Majluta intensificaron su lucha por el control del PRD. Los majlutistas culpaban a Peña Gómez y a Jorge Blanco de la derrota de su líder.
En un momento determinado ambos grupos pretendieron hacerse con el control del Casa Nacional. Un grupo de los seguidores de Peña Gómez, armas en mano, tomó control de la Casa Nacional, de la avenida Bolívar.
Cuando se acercaban las elecciones de 1990, una llamada comisión de “jóvenes notables”, entre los cuales se hallaba Andrés Dauhajre hijo (Andy), estuvo mediando entre Majluta y Peña Gómez, con la esperanza de que el PRD se reunificara y pudiera desplazar a Balaguer del poder. Mientras tanto, el PLD, con el liderazgo de Bosch, se fortaleció y se convirtió en la opción con posibilidad de derrotar al Partido Reformista Social Cristiano.
Las diligencias de los jóvenes notables fracasaron, y la alta dirigencia del PRD pactó posponer cualquier negociación por la unidad hasta después de las elecciones.
Al mismo tiempo Majluta y Peña Gómez se comprometían a no acudir a las elecciones usando el nombre ni los símbolos perredeístas.
Así, Majluta fue candidato por Partido Revolucionario Independiente (PRI), y Peña Gómez por el BIS. Otro perredeísta, José Rafael Abinader, fue candidato por la Alianza Social Demócrata (ASD).
Pero meses antes de las elecciones Jacobo Majluta salió del país, ocasión que aprovechó el grupo de Peña Gómez, directamente dirigido por Hatuey De Camps, para someter un recurso ante la Junta Central Electoral reclamando la autenticidad de la representación del PRD.
La JCE, entonces del dominio absoluto del PRSC, falló a favor del grupo de Peña Gómez, quedando Majluta definitivamente fuera del PRD. Claro que esta división haría del candidato del PRD un rival débil, lo que convenía a los propósitos continuistas de Balaguer y el PRSC.
Octava división
Entre 1990 y 1994 el liderazgo de Peña Gómez se fortaleció. Reorganizó el PRD hasta llevarlo de nuevo a ser la principal fuerza política. No obstante, no pudo ganar la presidencia en 1994 ni en 1996.
Para los comicios de 1998, los primeros de medio término separados de los presidenciales en 30 años, de nuevo el fantasma de la división asomó por la candidatura a la sindicatura del Distrito Nacional, disputada por Miguel Vargas Maldonado, Julio Maríñez y Eligio Jáquez.
Tras las primarias, en las que Maríñez aparecía puntero en el conteo, los seguidores de Jáquez y de Vargas no aceptaron los resultados y exigían una revisión de las actas.
Ante el peligro de una nueva división, Peña Gómez de nuevo apeló a proclamarse candidato a síndico. Escogió como suplente a síndico (entonces no existía la figura del vicesíndico) a Johnny Ventura.
Aunque su popularidad estaba en el tope, no pudo disfrutar de la victoria del PRD en esos comicios, pues falleció el 10 de mayo de 1998, seis días antes de las elecciones. El PRD arrasó, obteniendo 28 de 30 senadurías, la mayoría de los diputados y de las sindicaturas y distritos municipales.
Novena división
Para las elecciones del año 2000 se llevó a cabo un proceso de primarias en el año 1999. Las ganó Hipólito Mejía, derrotando a Milagros Ortiz Bosch, Hatuey De Camps y Rafael Suberví Bonilla.
Para reconocer el triunfo de Mejía, se pactó entregar la presidencia del PRD a Hatuey De Camps y la secretaría general a Suberví Bonilla. Este pacto fue rechazado por el entonces presidente del PRD, Enmanuel Esquea Guerrero, que reclamó que esos puestos fueran elegidos por las bases, como ordenaban los estatutos, pero su posición institucional fue aplastada por la componenda grupal.
El fortalecimiento del grupo de Mejía, una vez en el poder, llevó a que sus más vehementes propagandistas comenzaran a promover una posible repostulación del presidente, a pesar de que la reelección presidencial estaba prohibida desde las reformas del año 1994, tras la crisis política surgida por las traumáticas elecciones de ese año.
Más de 70 veces declaró el presidente Mejía que no se embarcarían en un intento de reelección, según fue contabilizado por el diario El Caribe.
El PRD ganó de manera aplastante las elecciones de medio término de 2002, pero al comenzar su segunda mitad de cuatrienio el Gobierno entró en una profunda crisis debido, entre otros factores, a la quiebra fraudulenta de los bancos Baninter, Bancrédito y Mercantil, y la falta de confianza que generó el propio mandatario con su errática forma de comunicarse y su proceder arbitrario (insultó a quienes le hicieron críticas, incluso a las mujeres, y encarceló a periodistas y a simples ciudadanos).
En medio de la inestabilidad, graves escándalos de corrupción y abusos de poder, el grupo más cercano al presidente Mejía logró hacer pasar un proyecto de ley para restablecer la reelección presidencial por un solo período. Con estos fines hasta “persuadieron” a dos diputados del entonces opositor PLD.
El resto era más fácil, imponer la candidatura de Mejía dentro del PRD. Y lo hicieron, aunque generó una fragmentación del partido. Los aspirantes presidenciales De Camps, Abinader (padre) y Alburquerque, celebraron por separado sus primarias para elegir candidato. Esas primarias fueron ganadas por De Camps, pero no fueron reconocidas por el grupo de Hipólito Mejía, conocido como el PPH.
Ante los reclamos en la JCE, el grupo PPH, con la mayoría de jueces a su favor, obtuvo ganancia de causa.
Mejía fue derrotado en las elecciones del 16 de mayo de 2004, fallando en su intento de reelección. Dos días después, el 18 de mayo, su grupo convocó a una reunión y decidió la expulsión de Hatuey De Camps, Rafael Flores Estrella, Felipa Gómez, Henry Mejía y Príamo Medina, entre otros importantes dirigentes. Ninguno fue convocado ni se le permitió el derecho a la defensa.
Tras los intentos fallidos por la vía legal de echar atrás esa medida, De Camps terminó marchándose del PRD y fundó el Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD). El PRSD logró quedarse con la que fuera la Casa Nacional del PRD. Sería la segunda ocasión en que el PRD perdería “su casa”.
Décima división
La actual crisis, que derivó de los resultados la convención en la que Miguel Vargas Maldonado e Hipólito Mejía compitieron por la candidatura presidencial, es la décima división importante en el viejo Partido Revolucionario Dominicano.
Tras su expulsión la noche del lunes, Mejía, Andrés Bautista, Orlando Jorge Mera y Geanilda Vásquez, han proclamado que no aceptan esa medida. Impugnarán y tratarán de resolver la situación por la vía política con una convocatoria a la Comisión Política.
¿Se reunificará el PRD? ¿Podrá el PRD poner fin a su dilatada historia de conflictos y cismas?
Los días por venir podrán despejar las dudas y mostrar hacia dónde se dirigirá el Partido Revolucionario Dominicano, que desde 2004 ha perdido cinco elecciones de manera consecutiva (2004, 2006, 2008, 2010 y 2012).DE ACENTO.COM.DO
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