SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El procurador general, Francisco Domínguez Brito, advirtió este jueves de las consecuencias que tiene la proliferación de medicamentos falsificados y adulterados en el país.
Al participar en un desayuno con propietarios y representantes de empresas farmacéuticas, organizado por la Sociedad Dominicana de Gastroenterología, el funcionario mencionó el caso de Bienvenido Guarocuya, Leonor de Los Santos y Freddy Almánzar, en la provincia Santo Domingo, imputados por falsificación de medicamentos.
Las autoridades ocuparon al grupo 751,740 pastillas de distintas marcas de medicamentos, 1,728 frascos de diferentes denominaciones, así como 10,210 cajas para empacar los mismos, entre otros.
Domínguez Brito dijo que es “impactante y digno de preocupación, la gran cantidad de medicamentos falsos detectados en este solo caso”.
Informó de que luego de una labor de investigación se determinó que este laboratorio clandestino trabajaba en horas de la noche utilizando máquinas de bliteo, rellenadoras y empacadoras que fueron ocupadas, con las cuales horneaban, marcaban y pintaban las pastillas, para posteriormente distribuirlas.
En ese momento el Ministerio Público presentó formal acusación y el caso se encuentra en fase de audiencia preliminar.
Domínguez Brito también citó el caso de José del Carmen Cruz, gerente y propietario de Yomifar, S.R.L., apresado debido a que en su empresa se encontraron al menos 350 cajas de medicamentos reetiquetados y vencidos, en deplorables condiciones, así como etiquetas para reetiquetar dichos medicamentos, a los cuales se les colocaba fechas de vencimiento falsas.
Este caso, expresó, “es muy serio ya que se investiga la posibilidad de que se hayan producido muertes de varias personas por el uso de los medicamentos falsificados y vencidos, como los que se le incautaron al señor José del Carmen Cruz”.
“Estas redes de falsificadores de medicamentos, no podemos más que decir que están integradas por criminales, personas que juegan con la salud de los ciudadanos y además atentan contra laboratorios responsables, que sufren las consecuencias del descrédito que produce, cuando, por adulterar o falsificar sus marcas, los usuarios desconfían de la efectividad de los mismos”, agregó.
Domínguez Brito advirtió , además, de los riesgos a los que las personas enfermas se exponen, cuando compran una medicina, confiados en que los componentes y dosificación de la misma tendrá el efecto que tanto el paciente como el médico espera, lo cual no se produce porque son falsificados o alterados algunos de sus componentes.
Expresó que el crimen organizado fabrica los productos falsificados usualmente en instalaciones muy rudimentarias habilitadas como laboratorios clandestinos, que no cumplen con la más mínima de las normas de higiene ni de calidad establecidas para la elaboración de los mismos, en locales improvisados muy a menudo en patios traseros de viviendas.
“Son parte del crimen organizado porque cuentan con una red y una logística para su fabricación, venta y distribución, que actúan al margen de todo procedimiento y acciones legales”, indicó.
Aseguró, además, que aparte de los daños que provocan a la salud; el riesgo de muerte de quienes consumen esos productos y el daño a empresas reconocidas internacionalmente y establecidas en el país, “estas redes financian el crimen organizado y en ocasiones a terroristas, provocando el cierre de establecimientos formales de esa rama y por lo tanto, la pérdida de empleos”.
En ese sentido, llamó al sector farmacéutico del país a trabajar de la mano de las autoridades del Ministerio Público para detectar dichas redes, garantizando a los presentes, el apoyo y soporte necesario, para llevar a su mínima expresión este flagelo.
“Muchas veces ustedes mismos pueden tener fuentes de información de estas acciones que los afectan, por lo que nosotros estamos dispuestos a escucharlos y emprender acciones inmediatas, agotando las acciones y recursos que sean necesarios para llegar hasta estas instalaciones y someter ante la justicia, a sus protagonistas”, aseguró.
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