El presidente de la Confederación Nacional de la Unidad Sindical (CNUS), Rafael (Pepe) Abreu, reveló que el antagonismo entre las partes involucradas abría retrasado el proceso de discusión de la reforma al Código Laboral y que ahora están a la espera de que el gobierno nombre o designe un mediador y convoque a empresarios y sindicalistas para reanudar las conversaciones que están paralizadas desde hace cerca de dos meses.
“El gobierno parece que ha tardado en hacer la convocatoria y puede ser que este motivado en el hecho de que entre nosotros y los empresarios, hay que decirlo así, la parte del empresariado que tuvo en esas negociaciones con el gobierno fueron siempre en mesas separadas, se reunían ellos con la comisión empresarial, se reunían con nosotros por otro lado, pero siempre en reuniones separadas. Yo pienso que quizás el antagonismo que se mostró en las posiciones que sostuvimos ha hecho que haya una desmotivación para acelerar el proceso de convocatoria”, sostuvo Rafael Abreu.
Al ser entrevistado por Mari Carmen Rojas en el programa Foro Semanal que se transmite los sábados por Teleradio América, canal 45, el representante de los trabajadores dejó claro el rechazo de los representantes de los trabajadores al aumento de 44 a 48 horas de la jornada laboral, la reducción de la cesantía, así como la incorporación de la figura del seguro de desempleo, entre otros puntos que la cúpula empresarial pretende modificar.
Trabajo informal
Pepe Abreu sostuvo además que el aparato productivo nacional no está en condiciones de absorber toda la mano de obra que se produce en el país producto de lo estrecho del mercado laboral, y que es ahí donde entran los miles de trabajadores informales que tiene República Dominicana. “Entonces la informalidad viene siendo sustituto de ese empleo formal que no se crea y al que muchos rehúyen por sus bajos salarios”.
Pepe Abreu sostuvo además que el aparato productivo nacional no está en condiciones de absorber toda la mano de obra que se produce en el país producto de lo estrecho del mercado laboral, y que es ahí donde entran los miles de trabajadores informales que tiene República Dominicana. “Entonces la informalidad viene siendo sustituto de ese empleo formal que no se crea y al que muchos rehúyen por sus bajos salarios”.
Abreu abogó por la flexibilización del sistema de registro en la ley de la seguridad social, de forma que los trabajadores informales se registren y puedan aportar al fisco a través del pago de impuesto, pero aclaro que esos impuestos deben ser menor que las empresas.
Negó además que la informalidad esté relacionada al Código, argumentando que según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el mundo hay mil 200 millones de personas en el sector informal y en esos países no funciona el Código de Trabajo dominicano.
De su lado, el presidente de la Asociación de Industriales de Herrera y la provincia Santo Domingo, Víctor Castro, también se refirió al tema y dijo que no es necesario desconocer los derechos adquiridos por los trabajadores durante años, pero insistió en que la cesantía debe ser modificada y en su lugar instaurar el llamado seguro de desempleo porque sería “más beneficioso para el trabajador y más competitivo para las empresas”.
Asimismo, afirmó que es el Gobierno el primer afectado por el alto porcentaje de trabajadores informales, debido a lo poco que tributan al fisco. Aunque reconoce que los trabajos informales son un mal necesario en el país, dijo que no pueden promoverlos ni satanizarlos. “Nosotros como empresarios no hemos creado los suficientes empleos formales y de calidad, pero el gobierno tampoco está generando lo suficiente empleo para que la mayoría de los dominicanos pueda acceder a un empleo formal”, dijo.
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