Carmen Castillo, Felipe de la Rosa y Miriam Feliz, son enfermera/os que tienen 28 y 27 años de servicios ininterrumpidos en el hospital Francisco Moscoso Puello. Ayer activaban las consignas que vociferaban, en la parte frontal del centro, el personal que asumió en su totalidad el primer día de un paro de labores de 48 horas convocado por los gremios de la salud.
La misma escena de médicos, enfermeras, bioanalistas, psicólogos, farmacéuticos y otros servidores, colocados en las explanadas de los centros hospitalarios se repetía en los principales hospitales de la capital, al acoger el llamado a huelga nacional de dos días hecho por el Colegio Médico Dominicano (CMD) y cerca de una veintena de gremios de la salud.
Castillo, De la Rosa y Feliz dicen sentirse impotentes cuando tras tantos años de servicios siguen viendo el deterioro del sector y el mismo desinterés de las autoridades por solucionar los problemas que aquejan a los centros de salud en el ámbito público.
Entre esas precariedades citan desorganización, mala alimentación, sobrecarga de trabajo por escasez de personal, bajos salarios, falta de equipos e insumos, pensiones lastimosas y un presupuesto pírrico para el sector.
El paro de labores que afecta a los hospitales del Ministerio de Salud Pública y del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS) mantiene suspendidas las consultas, las cirugías electivas, los estudios diagnósticos, y los servicios farmacéuticos, entre otros, atendiendo solamente las emergencias y los pacientes en estado crítico.
El personal de salud reclama 5% del PIB para el sector salud, aumento salarial, concluir los hospitales en construcción, pensión digna y nombramientos de más personal de salud. La huelga de 48 horas forma parte de un programa de paros laborales que llevan a cabo los gremios del sector salud.
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