ONDRES,Inglaterra.- Los estándares europeos en materia de derechos humanos “irritan” a la diplomacia norteamericana, según cables filtrados a Wikileaks y publicados hoy por el diario británico The Guardian.
En un cable confidencial desde Estrasburgo, el cónsul general de EEUU, Vincent Carver, critica al Consejo de Europa por su posición frente a las extradiciones a Estados Unidos y a los traslados secretos de sospechosos de terrorismo.
El cónsul norteamericano acusa al Consejo de Europa de fomentar el antiamericanismo e impedir así los esfuerzos antiterroristas de su país.
“Al Consejo de Europa le gusta presentarse como baluarte de la democracia y defensor de los derechos humanos y la última esperanza que queda de defender el imperio de la ley en Europa y aun más allá”, escribe Carver.
Pero acto seguido el diplomático califica al Consejo como “una organización que tiene un complejo de inferioridad y al mismo tiempo una agenda excesivamente ambiciosa”.
“El Tribunal Europeo de derechos humanos….ha pedido más información sobre casos pendientes de británicos cuya extradición ha solicitado EEUU y de los que teme que puedan ser condenados en EEUU a cadena perpetua sin posibilidad de recurso”, agrega Carver.
En medio de los crecientes rumores sobre la posibilidad de que EEUU solicite la extradición del fundador de Wikileaks, Julian Assange, escribe The Guardian, los cables diplomáticos dejan clara la oposición de Washington a cualquier intento de injerencia europea en los asuntos judiciales estadounidenses basada en las condiciones de reclusión en aquel país.Assange tendría el derecho de recurrir al Tribunal Europeo de derechos humanos si se enfrentase a una solicitud de extradición de EEUU y si fracasen todos los pasos judiciales previos, y sus abogados están ya construyendo un caso legal apoyado en argumentos de derechos humanos para oponerse a esa eventualidad.
Los cables critican no sólo a la institución como tal sino también a determinados individuos que trabajan en él, entre ellos al secretario general británico, ahora ya jubilado, que provocó la ira de Estados Unidos por sus críticas públicas a los traslados secretos de sospechosos de terrorismo.
Los cables muestran que diplomáticos estadounidenses trataron de entrevistarse con su sucesor, el ex primer ministro noruego Thorbjorn Jagland, para convencerle de que se abstuviese de hacer ese tipo de críticas públicas a EEUU.
La noticia de que EEUU trató de presionar a Jagland no puede sino indignar a muchos europeos que consideran fundamental el papel del Consejo en la protección de los derechos humanos frente a los abusos de la guerra antiterrorista, escribe el periódico.
Los diplomáticos estadounidenses criticaron también a Thomas Hammarberg, comisario de derechos humanos del Consejo, por sus ataques a la política antiterrorista de Washington.
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