Concesionarios de Vehículos rechazan aumento al impuesto del marbete

Expresó su preocupación ya que diariamente se reportan accidentes estrepitosos, resultado de vehículos pesados y ligeros en mal estado, con gomas en total estado de desgaste y otros desperfectos graves

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El Presidente Ejecutivo de la Asociación de Concesionarios de Fabricantes de Vehículos (ACOFAVE) expresó el rechazo de esa entidad al nuevo impuesto de circulación de vehículos que se implementará próximamente, como parte de la Reforma Fiscal impuesta por la Ley 253-12.

Enrique Fernández informó que a pesar de los mejores esfuerzos por parte de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) para aplicar de manera comedida dicho impuesto, defendiendo en la medida que lo permite dicha ley a los sectores más afectados, el mismo tendrá un impacto negativo en la población de clase media y baja y contribuirá al incremento de los costos de los productos de primera necesidad.

Reconoció que los valores de los vehículos propuestos por la DGII son razonables, pero señaló que el monto de un 1% es una cifra significativa dado el valor de los mismos.  Dicho monto significa 10,000 pesos anuales por cada millón de pesos del valor del vehículo, durante el primer año.

Manifestó que dicho impuesto se aplica a los vehículos de carga y los de transporte de pasajeros que no son públicos sino de entidades privadas.

Añadió que estos vehículos pesados cuestan más que un vehículo de pasajeros normal, por lo que las empresas y las personas dedicadas al transporte de bienes y servicios y las medianas y grandes empresas que cuentan con una flota vehicular, deberán ajustar los precios de sus servicios y productos a la nueva realidad impositiva lo cual incidirá en el costo de la vida de toda la población.

El Presidente Ejecutivo de ACOFAVE hizo notar que el impuesto, aunque se denomina a la circulación de vehículos, es en realidad un impuesto a la propiedad mobiliaria, algo inédito en el país pues hasta el momento solamente los bienes inmuebles estaban sujetos a impuesto a la propiedad.

Esto así, porque si por razones de viaje (incluso del vehículo), de ubicación en un museo, o de reparaciones que toman largo tiempo, el vehículo deja de circular, el mismo debe seguir pagando el impuesto al marbete y si deja de pagarlo le aplican 10% de recargo sobre el impuesto a pagar por el primer mes o fracción de mes y 4% de recargo por los meses subsiguientes hasta que se realice el pago, además de interés indemnizatorio mensual por el monto “adeudado”.

Fernández señaló que todo lo anterior contribuirá a aumentar la edad del parque vehicular ya que el impuesto se convertirá en un desincentivo a la inversión en unidades más modernas, seguras y menos contaminantes.

Explicó que los vehículos ya pagan 18% de ITBIS y entre 17 y 20% de Primera Placa y los que no son sujetos de libre comercio hasta un 10% de arancel, por lo que este aumento anual de un uno por ciento es un golpe adicional al consumidor, en un país en el cual el transporte público es deficiente y/o limitado.  Si se considera que en el valor de mercado de un vehículo, la mitad son impuestos pagados al adquirir el vehículo, el 1% se trata de una carga fija anual para el contribuyente sobre  impuestos ya pagados.

Todos estos impuestos inciden en que el volumen de ventas de vehículos nuevos y usados en República Dominicana esté en un proceso de decrecimiento, mientras en todos los demás países de la región latinoamericana han estado en ascenso.  La situación de incrementos a los impuestos de los vehículos en cada Reforma Fiscal preocupa a los dueños de negocios del sector por la inseguridad que genera en cuanto a la rentabilidad de sus empresas.

Expresó finalmente su preocupación ya que diariamente se reportan accidentes estrepitosos, resultado de vehículos pesados y ligeros en mal estado, con gomas en total estado de desgaste y otros desperfectos graves y que la explicación de dichos accidentes se hace con cierto fatalismo determinista, cuando las autoridades deberían estar implementando un serio y eficaz programa de revisión vehicular el cual podría incluso ser una fuente de ingreso para el Estado, menos onerosa para los consumidores que los nuevos marbetes.