
La mayoría de estas personas, que son mujeres, se quejan de que son sometidas a odiosos y tediosos chequeos, en un cuarto a donde son llevadas por los agentes.
Los registros, que los agentes de la DNCD realizan a la azar a personas que cruzan las máquinas de rayos equis hacia Migración de salida, es con el alegado propósito de detectar estupefacientes en cuerpos y equipajes de los viajeros.
Algunos de los afectados, como es el caso de Teresa Ruiz, quien viajó hace varios días a la ciudad de Miami, dijo que fue desvestida por mujeres de la DNCD y les presionaban para que dijera donde escondía la droga.
“Donde fue que usted escondía la droga, búsquela, porque nosotros tenemos informes de lleva cocaína”, explicó la dama a periodistas de este medio, quien dijo que fue acostada en una camilla, siendo totalmente desnudada.
En los mismos salones de Migración de salida, se han producido discusiones y protestas por parte de viajeros, por la forma desconsiderada y poco delicada, con que actúan los agentes de la DNCD en los registros físicos.
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