SAN JUAN DE LA MAGUANA.- El desalojo y destrucción de la casa en donde por espacio de 37 años funcionó el colegio Atala Cabral Ramírez, ha causado no solo preocupación sino indignación en los diferentes sectores, educativos, sociales, profesionales y empresariales de esta ciudad, debido a que luego de la decisión de un tribunal, 167 estudiantes desde primero de primaria hasta el cuarto de segundaria quedaron a la intemperie.
El Atala Cabral Ramírez, dirigido por la maestra de maestros Cándida Inés Suzaña, funcionaba en la calle 19 de Marzo esquina Trinitaria, y fue objeto de un desalojo compulsivo por autoridades del Ministerio Público y de la Policía, mediante la sentencia No. 322/13/327, del 19 de noviembre de 2013, emitida por al Tribunal de Primera Instancia de esta ciudad.
Dicho desalojo fue ordenado por la fiscal titular, licenciada Gisela Fernández Alcántara, mediante acto No. 06/2014, según los documentos que reposan en poder de la propietaria del Atala Cabral Ramírez, profesora Candida Inés Suzaña.
Tras conocerse del desalojo al plantel, los directores de la Regional de Educación 02- San Juan y del Distrito Escolar 02-05, licenciados Josefa Medina y Santos Luciano, respectivamente, se declararon en sesión permanente celebrando reuniones con los profesores, padres, y la directora, en busca que una alternativa provisional para evitar que los 167 estudiantes pierdan el año escolar.
Medina y Cabral dieron seguridades a los padres y maestros del Atala Cabral Ramírez, que a más tardar el miércoles 12 los 167 estudiantes estarán recibiendo docencia aunque tengan que rentar y habilitar locales con recursos propios.
Los terrenos en donde estaba la casa que operó el liceo por 37 años, le fue rentado a Suzaña por la señora Felicia Mesa, heredera. Esta murió hace mas de 15 años, y el dinero de la renta era depositado en al Banco Agrícola de esta ciudad, en la cuenta No. 5-160-000041-0, y el ultimo pago fue el 30 de enero pasado mediante la transacción No. 1261612, según consta en el recibo emitido por dicha entidad financiera.
De acuerdo a lo averiguado y las informaciones ofrecidas por personas conocedoras del caso, la familia Mesa quien dice ser propietaria de dichos terrenos los estaba reclamando desde hace varios años al ingeniero Rafael Isidoro de los Santos Lagrange (El Vikingo), quien no obstante recibir las citaciones y la orden de desalojo, en ningún momento le avisó a la dueña del colegio, Candida Inés Suzaña, según informó la dama a este diario. Se dijo que la familia Mesa otorgó poderes al licenciado Ángel Montes de Oca, para que reclame los bienes inmuebles que les corresponden en esta ciudad.
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