El juguete ideal

santo domingo Los psicólogos y pedagogos coincidimos en las numerosas ventajas que aporta el juego durante los primeros años de vida, ya que además de otorgar importantes valores educativos, es uno de los principales métodos de socialización fuera del entorno familiar.

El juego permite desarrollar determinadas destrezas y hábitos que los niños retendrán durante toda su vida, así como fomentar la independencia, la autoestima y la creatividad, permitiéndoles liberar toda su energía. Pero ¿cuál es el juguete idóneo?

El perfecto para cada niño será aquel que pueda aportar las herramientas necesarias para desarrollar su psicomotricidad. El juguete se eligirá dependiendo de las necesidades del pequeño, ya que éstos se pueden usar de forma individual o grupal para fortalecer la interacción con otros niños. Muchos juguetes pretenden etiquetar, tanto al niño o la niña, con roles que por años nos quieren inculcar según la cultura y estos van a depender según el sexo.

Es necesario que el juguete que se elija se adecue a la edad o capacidad del menor, (en muchas de las etiquetas señalan la edad promedio que va dirigido el juguete), puesto que los que se dirigen a los niños mayores pueden generar frustración en los más pequeños que, aún no han desarrollado las habilidades necesarias para utilizarlos de manera adecuada, y esto marque en su vida un “no puedo”.

La influencia de los juguetes en los niños va más allá del entretenimiento, ya que con ellos los niños desarrollan su personalidad, aprenden a manejar sus límites y a negociar con otros niños (quién juega primero) y cómo socializar en su entorno. Jugar ayuda a desarrollar una mejor salud mental.

Cuidado con el valor económico

Cuando se habla del valor económico de un juego se puede suponer que nos referimos a la calidad y sofisticación del mismo. Mientras el niño va adquiriendo más madurez y conocimientos puede que entre en una competencia constante con otros niños de quién tiene el mejor juguete y el más caro, y cada año su pedido será mayor.

Para aquella familia que tenga los recursos suficientes para complacer dichas peticiones, es de suma importancia que incentiven los valores del niño antes que el valor material del juguete, para cuando no puedan cubrir dicha demanda el niño entienda que lo importante es la intención y no cuánto costó el juguete que recibió.

De 0 a 6 meses: Esta es una etapa en la que el bebé necesita descubrir, estimular sus movimientos y sentidos y favorecer las primeras manipulaciones y presiones de objetos, descubriendo las sensaciones que éstos producen. Los mejores serán los juguetes que contribuyen a todo ello.

De 6 a 12 meses: El bebé necesita conocer todo lo que le rodea, ya que sus movimientos empiezan a ser más amplios, controlando cada vez más su cuerpo. Por ello, los juguetes más adecuados son aquellos que le permiten explorar su alrededor, y que el pequeño puede arrastrar, tirar, o golpear.

De 1 a 2 años: En esta edad el pequeño se interesa por aquellos juguetes que les permiten ampliar, más aún, sus movimientos y sentirse independientes y autónomos, además de encantarles aquellos que se mueven y tienen música.

De 2 a 3 años: Los juguetes más apropiados son los que contribuyen a que el pequeño aprenda el lenguaje e imiten la vida adulta, y les permitan dibujar, colorear o crear y moldear formas.

De 3 a 5 años: Los niños necesitan desarrollar su imaginación por lo que los juegos más adecuados serán aquellos que permitan disfrutar a varios niños.

A partir de 5 años: Los juguetes más adecuados son los que les posibilitan colaborar con otros y realizar tareas en grupo, como los juegos de mesa.

Desarrollo del pequeño

Los juguetes ayudan al infante a canalizar tanto su energía vital como la mental y emocional, por eso es importante elegir siempre el juguete adecuado que consiga estimular cada una de las capacidades que el niño está desarrollando en cada etapa de su vida, ya que en parte ayuda también a desarrollar su personalidad, hasta llegar a conocerse a sí mismo y a comprender a los demás.

Según el tipo de juego estimularará en el niño su sensibilidad, su capacidad mental, entre otras actitudes.