EFE
La coalición conservadora de Australia, liderada por Tony Abbott, se impuso hoy en las elecciones generales celebradas en el país oceánico y arrebató el poder al Partido Laborista, encabezado por el primer ministro Kevin Rudd, con el 76,48 % del escrutinio.
Según los datos de la Comisión Electoral Australiana, los conservadores ganarían al menos 80 escaños de los 150 de la Cámara baja, cifra que supera los 76 asientos necesarios para formar Gobierno en solitario, mientras la formación laborista se quedaría con 53 legisladores.
El Partido de los Verdes, un grupo minoritario y un representante independiente también se alzarían con un asiento respectivamente, a falta de repartir 13 escaños restantes.
Según las predicciones publicadas por el canal "ABC", los conservadores se harán con 89 asientos, frente a 57 de los laboristas.
Abbott celebrará esta noche el regreso de los conservadores al Ejecutivo australiano, ocupado durante los últimos seis años por el Partido Laborista, y se espera que comparezca en breve ante los medios.
Según adelantó el líder conservador una de sus primeras ordenes en el Gobierno serán derogar los impuestos del laborismo contra las emisiones de dióxido de carbono y las compañías de alquiler de vehículos.
Algunos legisladores laboristas comenzaron a aceptar la derrota de manera anticipada cuando ni siquiera se había alcanzado el 20 % del escrutinio.
"El gobierno será derrotado esta noche", apuntó el exministro de Defensa, el laborista Stephen Smith, uno de los primeros en admitir la derrota, a la cadena local ABC.
El viceprimer ministro, Anthony Albanese, declaró al Canal 7 de la televisión australiana que los laboristas han sido castigados por la discordia reinante en esa formación.
Albanese se refirió a las revueltas internas que hicieron que en 2010 Julia Gillard desbancara a Kevin Rudd del puesto de primer ministro y que este año otro conato de rebeldía le devolviera las riendas laboristas a Rudd frente a Gillard.
"El electorado claramente ha visto que necesitamos estar unidos" comentó Albanese.
La portavoz laborista, Anna Burke, dijo a la radio Fairfax que todo depende si los liberales ganan "cómodamente o abrumadoramente".
La jornada electoral se celebró hoy con total normalidad en los centros de votación y solamente se han reportado "pequeños incidentes", indicó a Efe un portavoz de la Comisión Electoral Australiana.
En estos comicios se elige, entre más de 1.700 candidatos, a 150 representantes que ocuparán la Cámara Baja durante la próxima legislatura y 40 para renovar una parte de los 70 escaños del Senado.
Los resultados de la batalla por los puestos del Senado todavía están en el aire, apunta la ABC.[ POR EFE]
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