El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Roberto Rosario, dijo que la red de empleados y ex empleados de esa entidad utilizaba más de tres modus operandis para la falsificación de las actas civiles que les facilitaban al narcotráfico y el crimen organizado.
Uno de los métodos que la red de falsificadores utilizaba para emitir documentos era que los ex empleados sacaban los libros y se los llevaban de la Oficina Central hacia su casa o cualquier lugar.
Según el presidente de la JCE, los imputados sustituían una hoja e introducían la del folio con el nombre que ellos querían, quedando la persona implantada.
Esto lo hacían escaneando a la persona que querían insertar dentro del libro de actas, siendo esta una identidad falsa.
“Otra modalidad era que se cerraba un libro, pero que al momento de cerrarlo se quedaban cinco o seis folios en blanco, y luego los llenaban”, explicó Rosario.
Destacó que cuando se cerraba el 31 de diciembre, se quedaban folios vacíos, buscaban esas hojas específicas, agregando una persona que falleció y con el nombre de esa persona identificaban a otro. Según las autoridades de la JCE y del ministerio público, hay una importante cantidad de personas afectadas.
Con estas identidades falsas se sacaban pasaportes, licencias de porte y tenencia de armas, actas de matrimonio, licencias de conducir y una serie de acciones favoreciendo a personas ligadas al narcotráfico, el sicariato, el crimen organizado y el bajo mundo.
Dentro de los sometidos a la justicia se encuentran el cabecilla de la red identificado como Felipe Achécar, mientras que los empleados de la Junta del Distrito son Nilcia Francisco, Wanda Suero, Eleodoro Smit y Roberto Carrasco, quienes se encuentran detenidos en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.
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