Sus cucarachas son elegantes, coloridas. “Simpáticas”, dice. Al margen de las reacciones que podría provocar este parecer, el artista dominicano Mariojosé Ángeles ha conseguido que, por lo menos mientras se contemple su obra, disminuyan los deseos de aplastarlas y desaparecerlas.
¿Cómo un insecto ‘repugnante’ para la mayoría pasó a protagonizar los lienzos de uno de los artistas dominicanos más internacionales de las últimas décadas? Esta es la historia. Hace 21 años Mariojosé (Santo Domingo, 1965), que desde pequeño ha sentido inclinaciones por la ciencia, inició de manera voluntaria una investigación acerca de la vacuna del VIH/Sida.
“En aquel entonces estaban muy de moda las organizaciones sin fines de lucro y otras instituciones que iban iniciándose en la investigación tanto del virus como de la vacuna. Había una preocupación colectiva universal, no sólo en República Dominicana”, explica a LISTÍN DIARIO.
Una madrugada de 1995, mientras se encontraba en Ecuador cumpliendo compromisos como artista plástico e hilvanaba ideas y conceptos científicos ya estudiados, llegó a la conclusión de que eso que buscaba se encontraba en la cucaracha.
“El primer sorprendido fui yo, pues, como la gente dice, la cucaracha es un insecto al que todos hemos odiado y detestamos. Me sorprendo y al mismo tiempo me lleno de angustia. Pero esa vocecita interior que me decía que siguiera investigando también me decía que tenía que comunicarlo”.
Entre sus planteamientos, Mariojosé sugiere que, así como Edward Jenner utilizó el suero de la leche de vaca para crear los anticuerpos que llevarían al desarrollo de la vacuna contra la viruela humana, sean utilizadas las proteínas de la cucaracha para buscar una solución efectiva de la vacuna preventiva del VIH/Sida.
Y comenzó su gran batalla. Los obstáculos que ha tenido que salvar desde entonces para dar a conocer “su teoría” bien podrían servir como contenido para una gran novela. Dado que no es médico, le ha sido prácticamente imposible recibir el apoyo de especialistas que le escuchen y validen sus investigaciones personales.
Al regresar a República Dominicana en 1996, su familia se entera por primera vez en lo que anda metido y su papá le exhorta a que se dedique al arte, a lo que estudió, a lo que mejor se le daba. Aunque continuó con las investigaciones, Mariojosé le hizo caso.
Comunicar con arte
Como le ha sido tan complicado mostrar sus teorías y hablar al respecto, a partir de 2009 Mariojosé cambió su estrategia de comunicación.
Como le ha sido tan complicado mostrar sus teorías y hablar al respecto, a partir de 2009 Mariojosé cambió su estrategia de comunicación.
La selección de una obra suya para ser expuesta en París en el Espace Eiffel Branly como parte de una colectiva de grandes y jóvenes artistas le acercó en 1998 al público y al mercado europeo.
Entre 2001 y 2004, Mariojosé fungió como agregado Cultural de la Embajada de República Dominicana ante el Reino de Bélgica y la Comunidad Europea.
En 2007, ya de vuelta en República Dominicana, recibió una invitación de los organizadores de la Bienal de Venecia para que presentara un proyecto. En esos años, el pintor había retomado con fuerza las investigaciones de la vacuna del VIH/Sida y tuvo otra idea.
“Me dije a mí mismo: puesto que no soy médico, y lo que sí soy es artista, vamos a crear un proyecto de arte y a través de él hablemos de la investigación. Fue lo mejor que se me ocurrió”.
Presentó una propuesta de instalación de enormes cucarachas metálicas de 0.50 centímetros de ancho por 2.40 metros de alto. El proyecto fue rechazado. Lo envió a otras instituciones locales y tampoco lo recibieron.
“Con el tiempo he dejado de sentirme mal por estas cosas, porque eso es la vida. Hay proyectos que han tardado 50 años en realizarse.
Al principio no lo entendía así”.
El anonimato llegó a su fin en 2008 gracias a una publicación del periodista Rafael Molina Morillo en el periódico El Nacional. El periodista había dedicado una de sus columnas a “las odiadas cucarachas”.
Mariojosé le escribió diciéndole que tenía un punto de vista distinto. A Molina Morillo le pareció interesante lo que planteaba el artista y le dedicó la columna del 24 de marzo de 2008 con el título “¡Santa Cucaracha!”.
Quince años después de iniciadas las investigaciones, era la primera vez que se publicaba un escrito sobre el tema. Mariojosé adoptó el nombre Santa Cucaracha para su proyecto y consideró a Molina Morillo su padrino.
“Nadie había escrito. Imagínate. Decían ‘este tipo está loco’. Él se atrevió y se lo agradezco mientras vida tenga”, expresa Ángeles.
A la vista
La oportunidad de mostrar al público el proyecto que había presentado para la Bienal de Venecia le llegó en 2009 en la Primera Feria Internacional de Arte (FIART) que se celebró en el Palacio de Bellas Artes de Santo Domingo.
La oportunidad de mostrar al público el proyecto que había presentado para la Bienal de Venecia le llegó en 2009 en la Primera Feria Internacional de Arte (FIART) que se celebró en el Palacio de Bellas Artes de Santo Domingo.
“A partir de ese momento, a partir de que un investigador, un científico o un estudioso de algún tema logra presentar de manera pública su proyecto, a partir de ese momento, entre comillas, esa persona tiene licencia para hablar. En cierta forma eso le da derecho a hablar públicamente. Por eso a partir de ese año la investigación tomó otro giro”.
Entonces llegaron las pinturas. Mariojosé fusionó el tema de los paraguas, presente en su paleta desde 1991, con la ‘elegancia’ y la ‘simpatía’ de las cucarachas.
“La intención es cambiar esa imagen que tienen las personas de las cucarachas, romper los paradigmas existentes y comenzar a educar a la gente sobre este insecto. Si, como dice la expresión popular que repetimos a diario, Dios es el creador de todo lo que existe, entonces Él está presente también en los virus, los microbios y las bacterias”, concluye.
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UNA FUNDACIÓN PARA FORMALIZAR EL PROYECTO
MarioJosé Ángeles dice que le ha hecho llegar su proyecto de investigación a las principales instituciones que trabajan en la búsqueda de la vacuna del VIH/Sida o que patrocinan investigaciones científicas de este tipo.
UNA FUNDACIÓN PARA FORMALIZAR EL PROYECTO
MarioJosé Ángeles dice que le ha hecho llegar su proyecto de investigación a las principales instituciones que trabajan en la búsqueda de la vacuna del VIH/Sida o que patrocinan investigaciones científicas de este tipo.
¿Qué pretende al final? Que el proyecto vaya a un laboratorio. Que le den la oportunidad de mostrar sus planteamientos, explica.
“El objetivo principal es que universidades, científicos, investigadores, médicos, vacunólogos, inmunólogos, virólogos y especialistas en enfermedades infecciosas hagan conciencia y comiencen esta investigación en sus respectivas instituciones en todo el mundo”.
Aunque ha recibido comunicaciones de estímulo de instituciones internacionales, el artista debe formalizar su proyecto.
Con este propósito, Ángeles inició en 2012 la creación de la Fundación SolarGoverment, registrada como entidad sin fines de lucro que se dedicará al Proyecto de Investigación Científica Santa Cucaracha, Vacuna VIH/Sida.
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