En una declaración desde la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama subrayó que el impacto de Irene “se dejará notar aún durante un tiempo” y su peligro “aún no ha acabado”.
En una rueda de prensa, la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, quien también acompañó a Obama en su comparecencia, advirtió acerca de que “Irene” sigue siendo “potencialmente muy peligrosa”.
Los trabajos de los equipos de asistencia aún se prolongarán semanas, agregó Obama, quien adelantó su regreso de las vacaciones estivales el viernes ante la alarma de la tormenta.
Especialmente para hacer frente a las inundaciones, el principal riesgo expresado en las intervenciones públicas de las autoridades hoy, quienes en su último recuento oficial situaron en 18 la cifra provisional de fallecidos en siete estados de la costa Este.
Las víctimas mortales corresponden a los estados de Connecticut, Carolina del Norte -donde “Irene” tocó tierra el sábado-, Florida, Maryland, Nueva Jersey, Pensilvania, Nueva York y Virginia.
El último boletín del Centro Nacional de Huracanes ubicó a Irene, que fue rebajada hoy a tormenta tropical, en Nueva Inglaterra donde continuaba dejando abundantes lluvias pese a que los vientos se habían reducido notablemente, hasta los 80 kilómetros por hora, y se dirigía a la frontera con Canadá.
En Vermont, al norte del país, el portavoz del servicio de emergencias, Mark Bosma, calificó la situación en la noche del domingo de “horrible” e indicó que varias pequeñas localidades del estado “estaban totalmente cubiertas por agua”, y afirmó que al menos una persona se encontraba desaparecida.
El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, indicó que aunque el daño en las costas de su estado parece menor de lo esperado, en el interior las inundaciones debido a las crecidas de los ríos podrían alcanzar “registros históricos”.
“Irene” que ha recorrido más de 1.700 kilómetros, ha dejado a su paso por la costa Este de EEUU a 4,5 millones de personas sin electricidad, y las compañías eléctricas ya han advertido que podrían pasar hasta dos semanas hasta que todos los usuarios hayan recuperado el servicio.
“La tormenta causó también el caos en el transporte aéreo y hoy sumaban ya a más de 10.000 los vuelos cancelados por la tormenta en todo el país, aunque los tres aeropuertos que sirven a la Nueva York anunciaron que retomarían mañana sus operaciones antes de lo previsto a primera hora de lunes.
Pese a las inusitadas medidas de precaución tomadas por las autoridades de Nueva York, donde se evacuaron a casi 400.000 personas, la ciudad evitó el gran impacto de la tormenta tropical que ha mantenido en jaque a EEUU desde que tocó tierra, el sábado por la mañana, en Carolina del Norte.
Según una primera evaluación, los daños económicos ocasionados por Irene en EEUU podrían situarse entre los mil y los 4.000 millones de dólares.
En Nueva York, el ciclón, que tocó tierra hoy cerca de Coney Island, en Brooklyn, ha dejado numerosas inundaciones en las áreas de menor altura de la ciudad.
No obstante, los rascacielos de la isla de Manhattan, el corazón de la Gran Manzana, apenas han sufrido daños, muy lejos del desastre que se temía si “Irene”, el primer huracán que amenazaba Nueva York en 25 años, hubiera mantenido su fuerza.
Los servicios de transportes públicos, sin embargo, que suspendieron sus recorridos ante la llegada del huracán, no podrán recuperar la normalidad hasta mañana lunes, aunque ya comenzaban a operar en la noche del domingo.
La Bolsa neoyorquina también cuenta en principio con operar con normalidad, informó Michael Bloomberg, el alcalde de Nueva York.
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