La líder de extrema derecha Marine Le Pen, que pierde fuelle en los sondeos, ha reforzado su discurso en torno a la inmigración y la seguridad en la recta final de la campaña presidencial francesa.
Le Pen, que alcanzó en noviembre hasta 30% en la intención de voto para la primera vuelta de las presidenciales que se celebran el domingo en Francia, ha perdido gas en las últimas semanas. Actualmente, los sondeos le otorgan alrededor del 22% de los sufragios. Las mismas encuestas pronostican que su principal rival, el centrista Emmanuel Macron, la superaría en la primera vuelta, y que el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon les pisan los talones. En este contexto de incertidumbre sobre qué candidatos se calificarán al balotaje del 7 de mayo, la líder ultraderechista ha apostado por centrar su discurso en sus temas predilectos, la inmigración y la seguridad, multiplicando los anuncios sobre las medidas que aplicará si llega al poder. En una entrevista con la cadena de televisión BFM, Le Pen expuso una vez más sus promesas, incluyendo su intención de sacar a Francia de la Unión Europea (UE), frenar la inmigración legal e ilegal, y retirar la nacionalidad francesa a las personas condenadas por actos terroristas. El miércoles por la noche, en un mitin en Marsella (sur), donde dos franceses sospechosos de preparar un atentado fueron detenidos la víspera, la candidata del Frente Nacional (FN) atizó una vez más “el veneno terrible del terrorismo islámico”. El lunes, la líder ultraderechista ya intensificó su discurso al prometer que si era electa, al día siguiente decretaría una “moratoria” a la inmigración legal para “detener” una situación que estima “incontrolable”. “Conmigo en el poder no habría habido un Mohamed Merah”, afirmó Le Pen en referencia al autoproclamado “combatiente de Al Qaida” que mató en 2012 a tres militantes, tres niños y un profesor judío, “conmigo no habría habido los terroristas migrantes del Bataclan”, agregó.FUENTE HOY
Le Pen, que alcanzó en noviembre hasta 30% en la intención de voto para la primera vuelta de las presidenciales que se celebran el domingo en Francia, ha perdido gas en las últimas semanas. Actualmente, los sondeos le otorgan alrededor del 22% de los sufragios. Las mismas encuestas pronostican que su principal rival, el centrista Emmanuel Macron, la superaría en la primera vuelta, y que el conservador François Fillon y el izquierdista Jean-Luc Mélenchon les pisan los talones. En este contexto de incertidumbre sobre qué candidatos se calificarán al balotaje del 7 de mayo, la líder ultraderechista ha apostado por centrar su discurso en sus temas predilectos, la inmigración y la seguridad, multiplicando los anuncios sobre las medidas que aplicará si llega al poder. En una entrevista con la cadena de televisión BFM, Le Pen expuso una vez más sus promesas, incluyendo su intención de sacar a Francia de la Unión Europea (UE), frenar la inmigración legal e ilegal, y retirar la nacionalidad francesa a las personas condenadas por actos terroristas. El miércoles por la noche, en un mitin en Marsella (sur), donde dos franceses sospechosos de preparar un atentado fueron detenidos la víspera, la candidata del Frente Nacional (FN) atizó una vez más “el veneno terrible del terrorismo islámico”. El lunes, la líder ultraderechista ya intensificó su discurso al prometer que si era electa, al día siguiente decretaría una “moratoria” a la inmigración legal para “detener” una situación que estima “incontrolable”. “Conmigo en el poder no habría habido un Mohamed Merah”, afirmó Le Pen en referencia al autoproclamado “combatiente de Al Qaida” que mató en 2012 a tres militantes, tres niños y un profesor judío, “conmigo no habría habido los terroristas migrantes del Bataclan”, agregó.FUENTE HOY
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